«Éver se hace mayor, se le ve más maduro», «se aprecia a un jugador más centrado», «está dando un cambio radical»€ Esta es la opinión que genera el nuevo Éver Banega entre los profesionales del Valencia, quienes trabajan con él a diario. El compromiso que está mostrando el argentino esta temporada ha sido clave para que el club haya puesto en marcha las negociaciones con el representante Marcelo Simonian y tratar de renovar al centrocampista, que acaba contrato el 30 de junio de 2013.

La metamorfosis de Banega está cimentada en el «ánimo» con el que emprendió la temporada, de forma especial en los momentos en los que regresaron las dudas, primero por su retraso de 20 minutos a un entrenamiento y, posteriormente, tras caer lesionado en el partido de Champions frente al Bayer Leverkusen. Sin embargo, Éver «se ha centrado» cien por cien en lo profesional dando una respuesta positiva. «Está muy centrado y así todo es mucho más fácil», coinciden los técnicos.

La primera ruptura con el pasado llegó en verano. A diferencia de lo sucedido en anteriores pretemporadas, esta vez Éver vino en «buenos porcentajes de peso». Por ejemplo, el curso pasado el desfase en la báscula, unido a la lesión en el tobillo que le produjo el racinguista Diop, fueron los factores que provocaron que desde el inicio le costara mostrar su juego con regularidad. El argentino no fue el de un año antes y sólo regaló su talento con intermitencias.

Sin embargo, esta campaña 2011/2012 Banega está ofreciendo su fútbol con mayor consistencia. La disputa de la Copa América con Argentina en julio le sirvió para presentarse en la pretemporada «súper activo y más fino». Unai Emery ha utilizado al internacional albiceleste como su organizador titular desde el principio. A pesar de haber estado cinco semanas en el dique seco, a causa de la distensión de rodilla que se hizo contra el Bayer, el de Rosario sigue siendo uno de los jugadores del equipo con mayor protagonismo en la Liga.

El pilar de la medular

Sólo siete hombres lo superan: Soldado, Rami, Víctor Ruiz, Mathieu, Guaita, Jordi y Pablo. Y ninguno de ellos ha sufrido una lesión de importancia como él. No cabe duda de que Éver es uno de los pilares en el once de Emery. Sin ir más lejos, en Liga de Campeones fue titular en los cuatro primeros partidos del grupo E, jugándolo prácticamente todo hasta la lesión del 1 de noviembre en el minuto 23 tras un lance con el capitán del Leverkusen Michael Ballack. En la competición liguera, por su parte, tan sólo se perdió el duelo ante el Atlético €Emery lo sentó en el banquillo para dosificarle, dando entrada a Tino Costa€ y el de octubre frente al Mallorca. El de Palma fue el partido posterior a su retraso a una sesión después de un largo vuelo desde Venezuela, donde había estado con Argentina. Emery no lo citó, pero ya tenía pensando darle descanso con vistas al BayArena. El rendimiento de Éver ha provocado que aquel desliz no tuviera consecuencias.

A principios de noviembre sobrevino el momento más difícil. La lesión en la rodilla. Las referencias de años atrás reavivaron las dudas. ¿Se dejará llevar Banega en su recuperación? No. Todo lo contrario. Los médicos dejan claro su «predisposición para volver cuanto antes». El mediocentro acortó en una semana los plazos previstos. «Ha trabajado duro, con constancia, mañana y tarde. Cada día a las nueve de la mañana y a las cuatro de la tarde tenía al recuperador en Paterna con tal de recuperarse».

«Las cosas no salen por arte de magia, sino con trabajo», dice la misma fuente. Un esfuerzo que le ha dado frutos. A pesar de no contar todavía con el alta médica, Éver mostró su «voluntad de ayudar» al equipo en el partido contra el Chelsea. Pocos días después estuvo ya en el banquillo del Villamarín y en Cádiz, en la ida copera del 13 de diciembre, se consumó el regreso.

Lo ofrecido por Éver, jugando prácticamente dos partidos completos a gran nivel ante Málaga y Cádiz después de una lesión de mes y medio, es un hecho que valora en gran medida el cuerpo técnico. La actitud mejorada y su perfecta condición física inciden en el juego de un futbolista vital. «Es fundamental, la mejor opción para desatascar el juego», explica uno de sus compañeros de vestuario. Opinión similar a la de los técnicos que ven en Banega a un jugador «referencial». Con el internacional albiceleste el juego del Valencia fluye con más facilidad. Además, el compromiso del jugador se está viendo reflejado también a la hora de recuperar balones y ayudar en tareas defensivas.