El Valencia puede encender la mecha que haga explotar a la afición sevillista contra la figura de Marcelino García, cuestionado hasta el punto de que podría tener sus días contados en el banquillo del Sevilla en caso de caer eliminado en esta ronda de octavos de final de la Copa del Rey. Es curiosamente Marcelino el técnico que en su día no aceptó el reto de venir al Valencia CF para asumir un proyecto incierto, con la posibilidad de que todas las estrellas fueran vendidas, el mismo que sí aceptó el actual entrenador del Valencia que mañana, tres años y ocho meses después de aquellos hechos, podría provocar su destitución.

Marcelino declinó la propuesta del Valencia después de tener un acuerdo firmado antes de la final de la Copa disputada en el estadio Vicente Calderón y con el contrato ya redactado. Fue porque a la hora de firmar definitivamente nadie en el Valencia le podía asegurar un proyecto deportivo ambicioso, debido a la incertidumbre posterior a la dimisión de Juan Soler y la posibilidad de que el club acabara siendo vendido por el promotor. Nunca llegó a firmar aquel contrato que llevaba en una cartera de piel el entonces vicepresidente deportivo Rafael Salom, según el cual el técnico asturiano iba a cobrar nada menos que 1,5 millones netos por cada una de las dos temporadas que dirigiría al equipo de Mestalla.

Emery apostó y ganó

El tiempo ha premiado la apuesta de Unai, que cobrando casi la mitad de lo que iba a percibir el actual entrenador del Sevilla ha cumplido su objetivo de crecer como entrenador y cumple ya su cuarta temporada en el Valencia, donde ha tenido a su disposición una buena plantilla que le ha permitido cumplir el sueño de jugar la Liga de Campeones. Y eso que nada más ponerse a trabajar se encontró con una auténtica revolución en el club, con Soler desaparecido, Juan Villalonga como gestor y la filtración de que estaba negociando para traer a Luis Aragonés para hacerse cargo del equipo.

En todo este tiempo, sin embargo, Marcelino se convirtió el entrenador mejor pagado del fútbol español, pero dirigiendo al Real Zaragoza en segunda división. Con el conjunto aragonés consiguió el ascenso a la máxima categoría, pero ya en la Liga BBVA fue destituído en el mes de diciembre por Agapito Iglesias, el empresario soriano que se convirtió en propietario del Zaragoza y lo ha terminado llevando al concurso de acreedores. Después formó parte durante unos meses del circo que el indio Ahsan Ali Syed montó en Santander, para terminar el pasado mes de junio firmando con el Sevilla. Así son las cosas, de haber firmado aquel contrato, Unai Emery quizá nunca habría entrenado al Valencia.

#Marcelinoveteya

En el Sánchez Pizjuán tampoco le están saliendo las cosas. Se le acusa de la eliminación temprana en la Euroliga y de la irregular marcha del equipo en la Liga, en la que el Sevilla se encuentra diez puntos por debajo del Valencia y fuera de los puestos europeos, pero también de ho haber dotado al equipo de la personalidad y el estilo que en los últimos años le ha llevado a ser uno de los equipos más importantes del continente. Marcelino ya ha escuchado silbidos en algún partido y las protestas de los aficionados en algún entrenamiento. El domingo, después de caer en Vallecas ante el Rayo, #marcelinoveteya fue ´trending topic´ en las redes sociales, o sea, uno de los temas más comentados por los internautas a nivel nacional. La Copa del Rey es uno de los pocos argumentos que le quedan para calmar a las fieras.

El estadio sevillista será mañana un polvorín. La afición espera al equipo de uñas después de los últimos malos resultados, en el palco estará José María Del Nido condenado a siete años y seis meses de cárcel por el ´caso Minutas´ y en el banquillo un entrenador muy cuestionado, que sólo parece confiar en «un golpe de suerte» para revertir la situación del equipo, como declaró tras el partido ante el Rayo. Pero mucho ojo, porque tampoco hay que olvidar que la afición sevillista se va a aferrar a esta Copa del Rey como a un clavo ardiendo, que el ambiente va a ser muy hostil hacia el Valencia y que para el equipo de Unai será fundamental asestar un golpe de efecto para que las iras se tornen hacia otro lado. Hacer un gol cuanto antes será determinante para que el Valencia pueda superar esta eliminatoria que domina por la mínima después del partido de ida en Mestalla.

En Sevilla dan por hecho que, de salir Marcelino, el sustituto será Quique Sánchez Flores. Así de curioso es el fútbol, una derrota ante el Sevilla precipitó su salida del Valencia y un triunfo del Valencia puede suponer que se haga cargo del Sevilla.