No fue cualquier tontería lo que obligó a Pablo Hernández a pedir el cambio en el derbi copero ante el Levante. Justo el pasado jueves, cuando había recuperado su mejor nivel, el interior sufrió su lesión más grave en lo que va de temporada: una microrrotura fibrilar de 0,5 centímetros en el biceps femoral de la pierna izquierda, que le obligará a estar al menos tres semanas de baja. Así lo confirmó la resonancia magnética a la que se sometió ayer por la mañana, en el Centro de Rehabilitación de Levante.

Si no lo desaconseja el «control evolutivo» al que se someterá dentro de 10-15 días, como apuntaba el parte médico del club, la intención del castellonense es llegar a tiempo a la hipotética vuelta de semifinales del torneo del KO, el 8 de febrero. Para lograrlo, hoy mismo iniciará el proceso de recuperación junto a los fisioterapeutas del club, una vez reducido el edema inicial en la zona dañada. Este aún resultaba evidente en las pruebas realizadas ayer, en las que estuvo presente uno de los galenos blanquinegros, Ximo Mas.

Por desgracia, el diagnóstico definitivo es menos optimista que el realizado el mismo día en que se produjo la lesión. Tras la primera exploración, y al haber pedido el cambio nada más notar un primer pinchazo, a la salida de un contragolpe, tanto el futbolista como los médicos pensaban que todo quedaría en una contractura y no más de 15 días de baja. No es así, y, como mínimo, Pablo se perderá las citas ligueras ante ante Osasuna, Racing y Atlético, más las coperas frente a Levante y la posible ida de semifinales.

Hasta ahora, el extremo había ido convocado en todos los compromisos oficiales de la campaña. Y había participado en todos menos uno, el de Zaragoza. El 23 de octubre estaba disponible y en el banquillo de La Romareda, pero Emery no recurrió a sus servicios durante los 90 minutos de juego.

Quien estará de vuelta antes de lo previsto es Miguel. El portugués, cuya baja se daba prácticamente por segura para la vuelta de cuartos de Copa, el próximo jueves, se ejercitó con balón por segundo día consecutivo y regresará a la disciplina del grupo mañana o pasado, salvo recaida de la contractura en los isquiotibiales sufrida hace 10 días ante el Sevilla. Lo que está por ver, después del 4-1 de la ida, es si Emery fuerza su presencia en el once o le reserva para el choque liguero del domingo, en Santander.