La expedición del Barcelona, encabezada por su presidente Sandro Rosell, llegó a Valencia poco después del mediodía y fue recibida por una veintena de seguidores del equipo que dieron ánimo a los jugadores para el partido de esta noche.

La delegación barcelonista se acomodó hasta la hora del partido en un hotel situado a trescientos metros del campo de Mestalla, donde esta noche se disputará la ida de la semifinal de la Copa del Rey entre el Valencia y el Barcelona.

Los pocos seguidores que acudieron a la puerta del hotel llevaban alguna bandera del club catalán en incluso una camiseta de la selección argentina con el dorsal 10 y el nombre de Leo Messi.

La anécdota de la llegada del Barcelona a Valencia se produjo en el momento en el que los dirigentes, técnicos y jugadores descendían del autobús a la puerta del hotel.

Al bajar del autobús Pep Guardiola, técnico del equipo, se dio un golpe en la cabeza con el espejo retrovisor, pese a lo cual no se detuvo en su marcha hacia el interior del hotel.

A partir de ese momento, una personas se situó junto a la puerta del autobús y tapó con la mano el retrovisor para que ninguno de los que iban a bajar después tuviera un percance.