Ángel Dealbert trabaja para estar siempre a punto, juega cuando se lo ordenan y, como el pasado domingo, lo ve desde la grada el día que su nombre no figura en la lista. El jugador guarda silencio, sin embargo, en el vestuario del Valencia hay cierta sensación de que el entrenador no está siendo del todo justo con él. ¿Por qué? Sencillamente porque siempre que le tocó jugar respondió a la exigencia, pese a la falta de continuidad estuvo a un buen nivel, pero hiciera lo que hiciera siempre acabó volviendo al banquillo. La prueba más cercana, esta misma semana. Dealbert salió en el once titular ante el Sporting y también el Stoke City junto a Adil Rami, el Valencia no recibió ningún gol en los dos partidos, defensivamente se funcionó casi a la perfección, pero eso no le valió para repetir en Barcelona ni siquiera para entrar entre los 18 convocados.

La defensa del Valencia ha tenido partidos en que se ha mostrado sólida y otros no tanto, pero la apuesta de Emery durante toda la temporada es clara: Rami y Víctor Ruiz son los dos centrales titulares, los demás están para cubrir cualquier inconveniente o para darles descanso en momentos de mucha sobrecarga. Desde que llegó el catalán, ya comenzada la temporada, el técnico ha dado continuidad a esta pareja. Primero porque consideraba fundamental que actuaran muchos minutos juntos, para ajustar así un sistema defensivo que en las últimas temporadas ha despertado muchas dudas, y también porque son los mejores para salir de atrás con el balón, como manda la filosofía que Unai quiere imprimir siempre a este equipo.

Más allá de que todos, incluídos Rami y Víctor Ruiz, han cometido errores, detrás de esta sensibilidad que existe en el vestuario con la situación de Dealbert hay dudas respecto a la manera de jugar del equipo. Emery trabaja para que el balón salga jugado desde atrás, la plantilla preferiría que en momentos concretos evitar complicaciones y ser más pragmáticos. Hay equipos que afrontan los partidos con la lección aprendida, saben que si aprietan arriba provocan errores e inseguridad. No es una cuestión sólo de jugadores. La pasada semana, después del partido de Copa en el Camp Nou, Unai y Braulio Vázquez debatieron alrededor de esta cuestión. El propio coordinador de la secretaría técnica manifestó también su opinión de que en determinados partidos conviene jugar más directo, no exponerse tanto a pérdidas de balón cerca del área, y que tanto Dealbert como Ricardo Costa se estaban ganando más minutos con sus últimas actuaciones.

Lo juegan casi todo

Rami y Víctor Ruiz sólo se han quedado fuera del once por decisión técnica en algún partido muy especial. El francés descansó en la vuelta de la Copa ante el Levante, en una eliminatoria ya resuelta en Mestalla. Víctor lo hizo en el primer partido de esa competición, en el campo del Cádiz. Por lo demás, cuando no jugaron fue por sanción —Rami se perdió dos partidos por la expulsión de Mallorca y uno por acumulación de amarillas— o por lesión. Eso fue hasta el día del Sporting, el último partido jugado en Mestalla. Ese día, el técnico quiso alinear al portero y los defensas que tenía pensado poner en el partido de Inglaterra con el Stoke, un choque muy específico para jugadores que van bien en el juego aéreo y se manejan igualmente en los marcajes férreos. Además de Guaita, esos dos partidos los jugaron Rami y Dealbert como centrales, mientras que Víctor fue suplente por decisión exclusivamente técnica.

Apoyo emocional

Dealbert sólo ha participado en 9 de los 38 partidos que ha jugado el Valencia en lo que va de temporada. Está sometido a mucha presión por tener que rendir siempre al cien por cien jugando tan poco, una situación que además coincide con la incertidumbre alrededor de la oferta de renovación que tiene sobre la mesa. Lo lleva bien, porque es un jugador fuerte psicológicamente, pero también hay momentos difíciles en los que es vital el apoyo de su mujer y de los compañeros de vestuario.