Emery vuelve a ser Emery. El entrenador del Valencia ha recuperado la energía perdida de los últimos días después de la confianza que le ha transmitido Manuel Llorente en privado, vía teléfono, y las palabras públicas del presidente a SUPER en las que le respaldaba «todos los días y en cada momento». Enterrada la decepción deportiva que supuso la derrota en Mestalla contra el Sevilla y superadas las dudas que genera saber que el club busca una nueva figura para el proyecto de la nueva temporada, el técnico ha hecho borrón y cuenta nueva para revertir la dinámica negativa de resultados que se arrastra este año en Liga. Empezando este domingo en Granada. El presidente alertó a Unai de la necesidad imperial de reaccionar en Los Cármenes y el de Hondarribia ya dedica todas sus fuerzas a ello en Paterna. Sólo había que ver cómo corregía tácticamente a Tino Costa al final del entrenamiento, con la vitalidad, gestos y aspavientos de siempre, para darse cuenta de que su prioridad ahora, por encima de todo, son esos tres puntos.

Atrás quedó ese Unai pensativo, frío, abstraído, preocupado y solitario del pasado miércoles al que, ni siquiera, se le vio nada cómodo con Braulio Vázquez en la charla del final del entrenamiento. El de ayer, después del respaldo privado y público de Llorente, era otro Emery. Como le gusta decir a él, más ocupado que preocupado. Mucho más vivo, dinámico y enérgico. El Emery al que nos tiene más acostumbrados en Paterna. El técnico no paró de dar órdenes, corregir posiciones, seguir la sesión en cuclillas, gritar, dar ánimos y hasta tener charlas personalizadas con sus jugadores. Llorente ha insistido, vía telefónica con Emery, en la necesidad de poner fin a la mala racha de resultados que acompañan al equipo en la Liga desde que comenzó el nuevo año. Una victoria, cuatro empates y tres derrotas en 2012 tienen la culpa. Unai entiende que es la hora de reaccionar en Granada, pero todo pasar por encontrar y trabajar los argumentos deportivos que hagan del Valencia un equipo sólido y seguro y deje de ser ese equipo frágil defensivamente como lo es ahora.

Uno de los argumentos fundamentales para que el equipo se haga fuerte es Tino. Con Éver lesionado y un Dani Parejo sin apenas ritmo de competición, la participación del argentino se antoja fundamental para el equilibrio del Valencia en el centro del campo. Es por esa razón por la que Unai no le quitó el ojo en todo el entrenamiento. El miércoles le mimó dejándole fuera del entrenamiento para evitar riesgos innecesarios en forma de lesión y ayer no paró de corregir sus movimientos tácticos en su vuelta al trabajo. El técnico recuperará hoy efectivos. Víctor Ruiz, Jonas y Diego Alves se incorporaron el jueves y este viernes ha sido el turno del resto de internacionales. Soldado, Jordi, Rami, Feghouli, Topal, Ricardo Costa y Juan Bernat empezarán a preparar el partido.

Con ganas de «resarcirse»

Emery trabaja para la reacción del equipo y el vestuario confía en ella y tiene ganas de jugar y desquitarse cuanto antes. Aduriz, por ejemplo, se mostró ayer «convencido de que el equipo saldrá adelante y lo va a hacer bien». «Cuando pierdes tienes ganas de jugar cuanto antes para resarcirte, pero llevábamos muchas semanas jugando miércoles y domingo y el equipo necesitaba una semana limpia para descansar. Nos va a venir bien», admitió.