La situación deportiva del Valencia es muy delicada, el objetivo mínimo e innegociable de clasificarse directamente a la Champions —el tercer escalón del podio en la liga— peligra y era necesario hablar bien claro, decir cada uno lo que piensa con sinceridad y sin miedo a represalias. Se cree en la capacidad del grupo pero han entrado en una espiral muy negativa de resultados que no se puede prolongar más, de ahí que Manuel Llorente citara en su domicilio a Braulio Vázquez, como máximo responsable de la parcela deportiva, y a los representantes de la plantilla —Albelda, Soldado, Ricardo Costa, Pablo Hernández y Guaita—.

Allí, en Picassent, con tranquilidad y sin la presencia de personas ajenas, empezaron a detectar situaciones deportivas que consideran corregibles —incluyendo aspectos tácticos— y también se centraron en la búsqueda de soluciones. Hay que estar más unidos que nunca. Braulio sería después el que iba a comunicar a Unai Emery lo que piensa realmente la plantilla ejerciendo así de interlocutor. El entrenador vasco no estuvo presente en la reunión, pero sí tenía conocimiento de ella. Estaba oficialmente informado. Y una conclusión a la que llegaron los presentes es que el Valencia debe «defender más y mejor» porque siempre se adelanta en el marcador, aunque ahora marcar primero ha dejado sinónimo de triunfo para este equipo.

El lunes Manuel Llorente envió un mensaje a la plantilla con el que hizo ver a los jugadores que habían sido capaces durante la primera vuelta de ocupar el tercer puesto con solvencia, pero fue un discurso unidireccional. En la cita de ayer sí que hablaron todos, también Braulio Vázquez, que en algunos momentos puntuales de la temporada tenía opiniones distintas con el técnico respecto a los planteamientos. A principio de 2012, sobre todo en los duelos contra el Barça, se consideraba que salir jugando el balón desde atrás significaba asumir demasiados riesgos, ya que se perdían muchos balones. ¿Era la culpa de Rami o Víctor Ruiz, que fueron los titulares? No, porque esa era la consigna de Unai.

Ahora, según le hicieron saber a Llorente y a Braulio, se tiene la sensación de que juegan demasiado alegres, una idea futbolística que va ligada al patrón de Unai Emery, siempre muy fiel a sus ideas. La gente que trabaja a diario con él no tiene reparos en asegurar que el técnico es «muy cabezón», pero ahora le quieren hacer ver que quizá sea más oportuno tomar las precauciones necesarias para acabar terceros. Un argumento también esgrimido por el director de este periódico en la columna de opinión del martes: «… los jugadores liberados de la presencia de Emery le dijeron a Llorente que el problema no es de mentalidad, sino que se defiende muy mal…».

Liberados sin el cuerpo técnico

¿Por qué no estuvo Unai presente? Al técnico vasco se le informó de la reunión, pero el encuentro se llevó a cabo sin él para que ningún futbolista estuviera cohibido y hubiera el riesgo de que callara algo que realmente piensa. Entonces, la cita no tendría sentido. Todo va con el carácter de cada uno, hay quién habla siempre claro y bien alto, otros prefieren ser más reservados por si sus palabras tienen después represalias, pero no fue el caso de ayer. La seriedad de estas reuniones es máxima. Y Llorente, de esta forma, también les manda un mensaje subliminal: «Esta situación la tenéis que sacar los futbolistas». Con ello no va a restarle mérito a Emery ni va a imponerle las alineaciones, pero clasificarse para la Champions es vital, la mayoría de la plantilla va a continuar y el técnico cambiará de aires. Por eso, recalca la consignas y los objetivos de futuro al grupo. Son los futbolistas los que deben disputar la Champions el próximo año y es la meta esencial, sin descuidar la Europa League, aunque en términos económicos esta queda en un segundo plano.

Les comunican las primas

El presidente también comunicó a los jugadores la cantidad que se desembolsaría en caso de prima por ser tercero y, también, en el caso de ganar la Europa League, donde mañana se enfrenta al AZ en Alkmaar. El grupo asumió el asunto de las primas sin generar ningún debate, ya que lo más importante ahora es la situación deportiva.

El Consejo apoya totalmente al técnico y al equipo

Después de comer con el coordinador de la secretaría técnica, Braulio Vázquez, y con cinco pesos pesados de la plantilla valencianista, todos ellos han portado el brazalete del Valencia CF —David, Albelda, Roberto Soldado, Ricardo Costa, Pablo Hernández y Vicent Guaita—, el presidente continuó con las reuniones. La siguiente fue con el pleno de su Consejo de Administración en las oficinas del club.

En principio, la reunión estaba programada de forma rutinaria con el objetivo de aprobar cuentas que deben presentarse a la UEFA. Sin embargo, el cónclave fue a mayores. De la cita entre los dirigentes, donde también acudió Braulio Vázquez, la principal idea que se extrae es que la cúpula confía plenamente en la reacción del equipo en los próximos compromisos contra AZ Alkmaar y Levante. El mensaje que se quiere trasmitir es de total confianza y apoyo a equipo y cuerpo técnico para enderezar el rumbo en los próximos encuentros.

Finalizado el Consejo en el club, Llorente no faltó a La Fonteta para ver desde las 20:30 el choque entre Valencia Basket y Buducnost.