La goleada ante el Betis sirvió tres puntos vitales en la lucha por la tercera plaza y fomentó la necesaria reconciliación con la grada de cara al duelo europeo ante el Atlético. El paso al frente del Valencia tuvo varios protagonistas destacados, entre ellos Roberto Soldado, uno de esos futbolistas que aportan valor y que generan talento. Ayer volvió a quedar claro: una asistencia, un gol y mucha participación en ataque. Fue una actuación completa. La confianza del equipo quedó parcheada una vez más, pero más importante todavía fue el retorno de la versión diferente y temible del ´9´ blanquinegro.

El partido del próximo jueves en Mestalla será duro, una cita para jugadores de jerarquía. En el encuentro del Calderón fue Radamel Falcao quien dejó su sello, ayer quedó patente que Soldado también es un finalizador, rápido, astuto y con recursos. En el primer gol del Valencia dejó claro que sabe hacer que lo difícil parezca sencillo. Dani Parejo abrió la puerta de la jugada con un recorte a Beñat y un tunel a Cañas, pero la clave estuvo en la pared entre Roberto y Jonas: el brasileño quedó de cara a portería después de un inteligente toque de cabeza de Soldado. Activo y empeñado en labores colectivas, el ´9´ siempre busco la manera de hacer daño a la defensa del Betis. Su influencia se notó en casi todas las acciones ofensivas del Valencia. En la recta final sirvió un pase con aroma a gol que Piatti no supo cerrar con acierto y cuando el choque moría encontró el premio: supo meter la punterita de la bota justo antes que Paulao, después de un buen centro de Piatti.

Mezcla de talentos

La elección de los jugadores fue perfecta. Unai Emery planteó un 4-2-3-1 limpio y claro, bien dibujado, con Dani Parejo como referencia en la salida de balón. El entrenador tocó la tecla adecuada, puso a los mejores en un once orientado a cuidar la pelota. La presencia de Parejo y Canales dotó al equipo de claridad. Jonas, que se movió mucho minutos como atacante por la izquierda, y Feghouli estuvieron mucho más asistidos y eso se notó positivamente. Hubo carácter y calidad. El Atlético será otra historia, pero el resultado y los pilares de la goleada ante el Betis invitan a pensar que la remontada es posible.