Miroslav Djukic o Joaquín Caparrós. Hasta que el Valencia CF no sepa si es tercero o cuarto a final de curso, es decir, si tiene el billete directo para disputar la próxima edición de la Champions o si tiene que esperar hasta la eliminatoria de play-off que se disputa en agosto, Manuel Llorente y Braulio no van a anunciar el nombre del nuevo entrenador. Esa es una realidad irrefutable y casi absoluta. Casi tan absoluta como que, pase lo que pase, sea tercero o cuarto, el entrenador del Valencia para la temporada que viene será o Djukic o Caparrós. No hay más, a día de hoy, y a riesgo de cambio inesperado de última hora —ojo que el Valencia vive muy al día en todo lo que tenga que ver planificación—, el técnico del Valladolid y el del Mallorca son los mejor colocados para dirigir al conjunto blanquinegro la próxima temporada.

En las últimas horas, la principal preocupación en la planta noble del club de Mestalla era el partido de Málaga y se emplazaba a los representantes de un técnico y otro a hablar a partir del jueves, un día después de enfrentarse a Osasuna. Los cálculos llevaban a que ese día ya podría estar clara la clasificación final del Valencia, ya que en función de eso se realizará la confección de la plantilla. Quedar cuarto tendría una repercusión negativa sobre el presupuesto del club, contemplándose una reducción que podría llegar a un 25 por ciento, afectando también a las salidas ´no´ deseadas, por lo que afecta a la planificación y a la futura plantilla, por ello es uno de los motivos principales por los que se está esperando a la toma de decisión final, aunque no conlleva que ya se ha realizado todo el trabajo previo, que consiste en saber de primera mano las condiciones deportivas y contractuales de los entrenadores futuribles, con la finalidad de ir reduciendo el ramillete de alternativas hasta dar con el sucesor de Unai, que ha estado cuatro temporadas en el banquillo de Mestalla.

Tanto Caparrós como Djukic le han comunicado al Valencia CF a través de sus agentes que están dispuestos a dirigir a la entidad blanquinegra, opción que declinó Pochettino, que nunca dio muestras de querer entrenar en el Valencia a toda costa y pidió un tiempo que los dirigentes blanquinegros no tenían. En el caso del argentino —con cuyo agente Braulio ha estado reunido en Valencia— se añadía además la obligación de pagar una cláusula de rescisión por su fichaje, concretamente el equivalente a su sueldo para la temporada que viene; 1,8 millones de euros.

Los dos, Djukic y Caparrós, representan estilos distintos y cada uno gusta por unas virtudes, pero de Joaquín se valora mucho la experiencia que tiene y que le ha llevado a sacar el máximo rendimiento a sus plantillas, así como una gestión en el ascenso a la primera plantilla de los canteranos casi perfecta, siendo Iker Muniain el último exponente en su etapa dirigiendo al Athletic de Bilbao. Precisamente ese es uno de los errores del Valencia de las últimas temporadas, no haber gestionado bien el paso al primer equipo —a pesar de las necesidades económicas— de futbolistas de la cantera. Isco es el caso más llamativo, que más allá de la oferta económica del Málaga, lo cierto es que en el equipo andaluz es titular indiscutible, algo impensable en el Valencia, pero también está el de Paco Alcácer que, como Isco la temporada pasada, en esta apenas ha jugado nada. En cualquier caso, y no siendo un problema achacable totalmente a Unai Emery, es innegable que Caparros es, digamos, más atrevido con los chavales.

Por su parte, el serbio Djukic tiene una gran personalidad, conoce la entidad y empieza a formar a sus equipos desde la zona defensiva. A día de hoy son las dos alternativas para suplir a Unai, aunque ahora la prioridad es vencer a Osasuna, porque hay que amarrarse a la tercera plaza. Hace ya varias semanas que Carlos Bucero y Gorka Arrinda, agentes del serbio y del utrerano, tienen conversaciones telefónicas y presenciales con la zona noble del club, pero su contestación es la siguiente: «Ahora hay que esperar». No van a dar luz verde hasta que el Valencia sepa dónde va a estar la próxima temporada y esa incertidumbre a ellos les da la sensación de que no tienen una apuesta clara y bien definida, porque entonces sería indiferente la posición final que ocupen en la clasificación, pero esperan porque les seduce ser el sustituto de Emery.

Djukic está actualmente centrado en el Valladolid, peleando por el ascenso directo a Primera División. Manuel Llorente ha aprovechado su excelente relación con Carlos Suárez, presidente del Valladolid, para preguntarle por sus métodos de trabajo en Pucela, como también ha hecho con Valentín Botella, máximo dirigente del Hércules, en una de las reuniones de la Federación en Las Rozas. ¿Significa esto que al próximo entrenador lo va a elegir el presidente? No, ya que es una decisión consensuada plenamente con Braulio Vázquez, pero la decisión es tan importante que por eso están recabando el mayor tipo de información posible de uno y otro. El serbio tiene dos temporadas más de contrato con el club blanquivioleta, pero, según les transmitió Carlos Bucero y corroboró el propio Llorente, no habría ningún problema en desvincularse, ya que no le van a cortar su progresión. En los planos económico y deportivo, la figura de Djukic encaja, al ser un entrenador con ganas de crecer profesionalmente. Tiene personalidad, como demostró en su etapa con la selección Absoluta de Serbia, cuando tuvo que lidiar con pesos pesados como Vidic, central del Manchester United. Djuka quería que el defensa se concentrara con la selección a tope y no tomándose ese período como si de unas semivacaciones se tratara. En el Hércules puso firme a Drenthe, tomando decisiones que no gustaban al futbolista, porque él quiere que exista una disciplina plena.

Joaquín Caparrós es la otra alternativa actual. Es una opción con más experiencia a la de Djukic y en su currículo hay un gran trabajo detrás con el Recreativo, Sevilla, Deportivo, Athletic y el Mallorca, al que ha salvado con un equipo cogido con pinzas. Inicialmente, la idea de la Dirección Deportiva es reducir el número de futbolistas de la primera plantilla a 20 o 21, añadiendo a varios jugadores de la cantera. Caparrós gestionó en el Athletic el ascenso al primer equipo de jugadores como Iker Muniain, con sólo 16 años. La gestión de los canteranos es uno de los puntos fuertes de cara al proyecto del próximo curso, obligados por la situación económica, y Caparrós siempre ve con ojos esa política.

Otro aspecto que se abordará es el de los años de contrato, porque tanto Caparrós como Djukic ya han planteado su postura de dos temporadas como mínimo, al considerar que puede ser perjudicial estar siempre al filo de la navaja con la obligación de acabar tercero en la clasificación.

Sin ´técnico´ en la Gira

El Valencia disputará tres partidos amistosos en Estados Unidos al acabar la competición y la idea que tiene la Dirección Deportiva es que Unai Emery no esté en el banquillo, ya que no va a continuar la próxima temporada.

Los amistosos se van a enfocar con un carácter lúdico, respetando al máximo la imagen del club en los partidos, pero sin la rigidez que tienen durante la competición oficial, y de ahí que no vean inconveniente en que el equipo no lo entrene Unai, ya que su futuro va a estar en otro lugar y Voro dirigirá al equipo. Emery quiere acabar el curso de la mejor forma posible, antes de despedirse de Mestalla el domingo.