El argentino Mauricio Pellegrino se ha convertido en el nuevo entrenador del Valencia a partir de su experiencia como ayudante de Rafa Benitez en el Liverpool inglés y el Inter de Milán como principal bagaje, ya que hasta la fecha no ha dirigido a ningún equipo en la elite.

Pellegrino, de 1'93 de altura y complexión delgada, se ha hecho con las riendas de un equipo que ha estado entrenado en las últimas cuatro temporadas por el guipuzcoano Unai Emery y que ha logrado la tercera plaza en las tres últimas ediciones de Liga como éxitos más destacados.

El nuevo técnico se hizo un nombre en la historia del Valencia al ser participe como jugador de la época de mayores éxitos del club, con el que fue dos veces campeón de Liga, campeón de la Copa de la UEFA y de la Supercopa de Europa, así como finalista en dos ocasiones de la Liga de Campeones, todo ello en los primeros años del presente siglo.

Durante casi seis temporadas vistió la camiseta del Valencia, tras llegar en 1999 procedente del Vélez Sarsfield argentino y permanecer hasta finales de 2004, ya que en el mercado de invierno de aquella temporada (04-05) fichó por el Liverpool de Rafa Benitez, que seis meses antes había abandonado el club valencianista.

Pellegrino llegó al Valencia en los últimos instantes del plazo de fichajes para la temporada 99-00 y aunque su club de procedencia era el Vélez Sarsfield, el defensa cordobés había militado la campaña anterior, la 98-99, en el Barcelona en calidad de cedido por el club argentino.

En aquellas cinco temporadas y media en el Valencia, en las que disputó 212 partidos y marcó seis goles, el espigado defensa central zurdo destacó por su buena colocación en el campo y por ser una prolongación del entrenador, en especial con Benitez.

Pellegrino fue protagonista directo de los éxitos valencianistas y, además de una presencia consolidada en la alineación en los títulos que cosechó el equipo, también fue titular en las dos finales de la Liga de Campeones en las que el Valencia, con el argentino Héctor Cuper, en el banquillo, cayó ante el Real Madrid y Bayern de Múnich, en 2000 y 2001, respectivamente.

Precisamente en aquella última final de la máxima competición continental, disputada en Milán, Pellegrino cobró un poco deseado protagonismo al fallar el penalti decisivo de la tanda final.

De aquella buena relación profesional con Benitez en Mestalla nació el posterior vínculo en el Liverpool, donde tuvo un paso casi testimonial como jugador, ya que apenas disputó unos pocos partidos en la media temporada en las que permaneció en este club.

Tras su fugaz paso como futbolista por el Liverpool, Pellegrino fue traspasado al Deportivo Alavés, donde estuvo un año y puso fin a su carrera como futbolista en 2006.

En el mismo año de su retirada empezó a trabajar hasta 2008 en la cantera del Valencia, desde donde fue requerido ese mismo año por Rafa Benitez para formar parte del cuerpo técnico del club británico.

Tras estos dos años en el Liverpool, Benitez volvió a confiar en el 'Flaco' Pellegrino en 2010 en su nueva aventura, en el Inter de Milán, si bien en este caso la experiencia acabó de forma prematura y apenas seis meses después de su inicio, al ser destituido el técnico madrileño, aunque aún le dio tiempo a ganar el Campeonato del Mundo de clubes con el equipo lombardo.

Precisamente este bagaje formativo como entrenador junto a Benitez y la fuerte personalidad que exhibió en el Valencia tanto dentro como fuera del campo, son los principales argumentos que han llevado al club a encomendar su primer equipo a un Pellegrino carente de una experiencia al frente de un conjunto de elite.

Ahora, el técnico de Leones tiene la oportunidad de empezar a fraguarse un nombre como técnico en un club con altas exigencias competitivas pero sin la necesidad de haber pasar por los habituales peldaños inferiores en la carrera de entrenador.