Son las 18:57. Iago Aspas se pone al teléfono. Está disfrutando de sus primeros días de vacaciones. El héroe del ascenso del Celta de Vigo a Primera descansa en Moaña con su familia. Aún vive con sus padres. Es un tipo hogareño y educado como demuestra atendiendo la llamada de SUPER. El delantero gallego sabe que ha sido noticia en la capital del Turia por el interés del Valencia en su fichaje. Conoce la portada y, aunque no puede decirlo, también el interés de su paisano Braulio Vázquez. Lo que sí puede admitir es la satisfacción que le produce que un club como el Valencia piense en él como sustituto de Aritz Aduriz. Le restan tres años de contrato con el club de su vida. Es el ídolo de Balaídos y un abanderado de la ciudad. Reconoce estar «contento» en su «casa», pero eso no quita para sentir orgullo por ser uno de los nombres propios de la lista del Valencia. «Es un orgullo», asentía Iago.

«Es un orgullo que un equipo como el Valencia se interese por mí. El Valencia es un grande», reconoce Iago. El delantero del Celta no puede ocultar la satisfacción que le produce que un club como el Valencia se fije en él. El salto de «Segunda División» a la «Champions» en muy grande e ilusionante. Iago se toma el interés del Valencia como un reconocimiento al trabajo de una temporada en la que se ha convertido en el máximo goleador de Segunda con 23 tantos. El Valencia y la Champions seducen al de Moaña, pero Iago no olvida sus raíces. No olvida a los suyos. También tiene otros alicientes. Debutar en Primera División con el club de su vida también sería un sueño hecho realidad para él. Iago no esconde que el ascenso del Celta de Vigo a la Liga BBVA complica más su salida. «Me quedan tres años de contrato en el Celta y estoy muy contento en Vigo porque es mi casa». Iago no cierra las puertas a nada, pero tiene claro que si el Valencia u otro equipo le quiere contratar tendrá que llamar a la puerta del Celta de Vigo. «Lo único que puedo decir es que si el Valencia o otro equipo tiene interés tiene que dirigirse al Celta», afirmaba el celtiña. Él prefiere aislarse. «Ahora estoy de vacaciones después de una temporada muy bonita y para todos estos temas es mejor que se hable con mi representante».

Iago es una de la alternativas que baraja el Valencia para sustituir a Aduriz, pero no es la única. Solo es un nombre más de la lista de futuribles con la que se está trabajando ante la inminente salida de Aduriz. Algo que no esconde el propio director deportivo del Valencia, Braulio. Sus informes son favorables tanto jugando de mediapunta como de referencia de ataque. Lo que también sabe Braulio son las dificultades del fichaje. Su salida del Celta no es fácil. Carlos Mouriño, su presidente, está remitiendo a su cláusula de rescisión de diez millones de euros. Lo saben todos los agentes e intermediarios que preguntan por él. Lo considera intransferible por ser el abanderado del nuevo proyecto celeste. Tampoco el club atraviesa un momento crítico en lo económico como para deshacerse del jugador en busca de líquido. A pesar de todo eso, la venta del jugador es negociable. El Sevilla, otro de los equipos que ha llamado a su puerta, sondeó el posible fichaje hace poco. ¿Conclusiones? Su salida podría ascender a los cuatro millones de euros. El VCF lo tiene en cuenta. Es una de sus alternativas.