Siqueira ha vuelto de vacaciones con las ideas claras y las pilas cargadas. La posibilidad de jugar en el Valencia le seduce, pero también es consciente de la dificultad de la operación. Medir el contenido de los mensajes y manejar los tiempos será clave para que la operación llegue a buen puerto. La llave del éxito estará en tener paciencia y en responder a los envites de Quique Pina con inteligencia. Tras pasar el pertinente reconocimiento médico, el brasileño conversó con los medios sobre la posibilidad de cambiar Los Cármenes por Mestalla: «Sólo pienso en el Granada, la gente sabe que estoy muy a gusto aquí y que si me quedó también estará perfecto? Pero si luego llega algo bueno para todas las partes, pues me marcharé». Ese algo bueno por lo que haría las maletas es el Valencia.

El lateral izquierdo comenzó ayer la pretemporada sabiendo que es la opción favorita del Valencia para cubrir la plaza de Jordi Alba y pese a que empleó un discurso no beligerante, el brasileño no quiere dejar escapar la oportunidad de jugar en un equipo grande de la Liga y competir en la Champions League: «El Valencia es el tercer mejor equipo de España. Pregúntale a cualquier jugador si quiere ir al Valencia y casi todos te dirán que sí». Siqueira, sin embargo, es consciente de que la situación no depende de él. «Si pudiera ir a un equipo como el Valencia estaría bien, pero te digo que soy jugador del Granada. No piensa en eso ahora, hasta que no haya nada concreto», concluyó Siqueira. El futbolista confirmó que ya ha mantenido una reunión con su representante y con el presidente Quique Pina, en la que no «habló de forzar su salida». El futbolista insistió en que está contento, le tratan bien y se siente como en casa. Tres premisas que también se deberían cumplir para cambiar de aires. Ninguna son un problema para el Valencia, porque el brasileño ya sabe que es la primera y la mejor opción.

El gran escollo para que Guilherme termine vestido de blanquinegro es la postura granítica de la directiva nazarí. Quique Pina pide 12 millones de euros por el su traspaso o una cantidad que podría ir de los seis a los ocho millones de euros por la mitad del pase, cantidades a las que el Valencia no está dispuesto a llegar. Braulio ya ha tanteado el terreno, es consciente de la dificultad, pero la idea es darle un nuevo impulso esta semana.