Una vez más, él esperaba con una sonrisa calmada en la salida del túnel. De nuevo, el speaker José Manuel Parra pedía a la grada atención: "Nuestro 6, el eterno capitán, el incombustible..." y nuevamente, Mestalla se ponía en pie para recibir a David Albelda y otorgarle la ovación más cálida y respetuosa de la noche. Y este año este año ante unos ojos que lo contemplaban todo con la máxima curiosidad: los de su hijo.