El primer partido de la temporada en Mestalla sirvió para comprobar el mal estado del césped del estadio valencianista, algo que ya se apreció en los partidos del Trofeo Naranja y de presentación. El club, entonces, se dio de plazo hasta el partido ante el Deportivo para tomar una decisión de qué hacer con el terreno de juego. La mala imagen que ofreció el césped, tanto desde fuera como por las opiniones de los futbolistas tras el choque, ha provocado que el Valencia tome la decisión de cambiar de sustituirlo, aunque todavía no está claro si será la misma empresa que hasta ahora se encargaba de estas labores „Cessver„, la que llevará a cabo el cambio de césped. Una operación que tendrá un coste para el Valencia de unos 70.000 euros.

En el encuentro del domingo, a los pocos minutos de juego ya se levantaron algunos tramos del césped, como el situado a la izquierda de la portería de Alves. Los operarios habían esparcido arena para afianzar la hierba pero en cada lance de los jugadores la tierra se levantaba y los bloques verdes se desprendían. Ante la mala imagen ofrecida, con quejas de los jugadores por el consiguiente riesgo de lesión que supone, el Valencia ha decidido levantar el tapiz y plantar uno nuevo aprovechando que tiene ahora un plazo de casi tres semanas hasta el próximo partido como local, ya que tiene que jugar en el Camp Nou y después hay un ´descanso´ liguero por partidos internacionales.

Mestalla tradicionalmente se ha caracterizado por ser una ´alfombra´. La hierba ya fue replantada en noviembre del año pasado tras las lesiones de Canales y Banega, con lo que será el tercer cambio de césped en tres años, equipos como Barça o Madrid también se ven obligados a cambiarlo todos los años para tenerlo en el mejor estado posible.