Cuando no queda más remedio que buscar la esperanza viendo que aún hay tiempo por delante para alcanzar la meta y cambiar el color de las cosas, mal asunto? El Valencia del ´Flaco´ Pellegrino no arranca, cinco puntos de quince posibles en liga envían al equipo a una zona de nadie, muy lejos del lugar que le corresponde, pero lo peor no es eso. Tiene muy mala pinta, no hay forma de arrancarlo y si a las malas noticias económicas „Newcoval no compra el actual estadio de Mestalla, el terciario y la Ciudad Deportiva de Paterna„ se le añaden las estrictamente deportivas, la entidad va camino de entrar en la depresión. ¿A qué juega el Valencia?

Repasando uno a uno la alineación del Mallorca y comparándola con la del Valencia, uno es consciente que sobre el papel deben ganar con independencia del número de lesionados. Para ello hay que hacer las cosas bien y luchar por cada pelota como si fuera la última. Los duelos los enfocaban los bermellones como si en liza hubieran goles. ¿Es Ximo Navarro mejor que Pereira? No. ¿Cissokho es peor que Antonio López? No. Y así, del primero al último. La derrota deja síntomas de gran preocupación en el club, como se vio en el regreso de Palma de Mallorca, y no precisamente por las fuertes turbulencias que hubo cuando se inició el descenso en avión a Valencia. Muchas caras serias.

Pellegrino abandonó sólo el estadio Iberostar, sólo y pensativo. Él cree, como aseguró públicamente, que están en la linea buena, pero no hay forma de arrancar y no se pueden permitir el lujo de seguir mucho tiempo así para no tirar a la papelera como una simple bola de papel la temporada. Si el Valencia llevó el peso del partido fue por expreso deseo del Mallorca, se acumulaba posesión pero Aouate apareció en ocasiones contadas. No vale defender la derrota de ayer con que llegó tras dos errores defensivos, la pregunta es si el Valencia está capacitado para ganar partidos con un fútbol de toque que de momento está siendo estéril. Hay lesiones que a la vez han significado oportunidades para otros futbolistas y en la zona noble de la entidad se preguntan si algunos tienen el nivel para ser titulares en el Valencia. Son reflexión duras.

Cuando se inicia un proyecto nuevo, con cambio de técnico incluido, se necesita tiempo pero el Valencia no puede permitirse empeñar la temporada y no clasificarse para la próxima edición de la Champions. Económicamente sería un palo muy duro, igual como aún es pronto para pasar del cielo al infierno tras las buenas sensaciones ofrecidas en la jornada inaugural. Pero el fútbol es presente y necesita resultados inmediatos. El Mallorca, tal como comentó Antonio López, acabó «muerto físicamente al correr detrás del Valencia, pero sabemos a lo que jugamos y cómo hacerles daño».

En el corto vuelo de regreso, de 35 minutos, dialogaron el presidente Manuel Llorente y Pellegrino. Se sentaban en filas distintas, pero el presidente buscó acomodo a la izquierda del técnico, ya que a su llegada cada uno siguió su camino. Hay mucho que hablar, conversaciones que seguirán con Braulio Vázquez, tanto del rendimiento de jugadores en concreto como del estilo de juego. El Valencia no ha dado la talla contra los tres rivales que debía ganar por ser mejores sobre el papel, sólo se sumó la victoria contra el Celta «en el peor partido del curso» como definió Soldado, y eso les obliga a sentarse y reflexionar. Hay que reaccionar ya, el tiempo pasa y con el juego que se ha hecho no está siendo suficiente.