El Valencia debe mejorar cuanto antes, urge una reacción para abandonar cuanto antes la 14ª posición que no es su hábitat natural, y por eso se buscan soluciones. Desde hace 14 temporadas, el Valencia no presentaba un balance negativo en la cuenta de goles a favor y en contra después de haberse disputado siete jornadas. Al equipo le cuesta marcar, pero también echar el candado en su portería, unos hechos que han alejado al equipo de la zona Champions a las primeras de cambio.

En la competición de liga sólo se ha dejado la portería a cero en un partido, frente al Zaragoza. El Flaco le ha dado pinceladas nuevas al equipo que heredó, con un planteamiento táctico no tan estirado. Las líneas están más juntas y los partidos no se han convertido en un ida y vuelta como ocurría con Emery, pero se siguen encajando muchos goles. Errores de concentración individuales, pero también colectivos, como en el gol de Martins, que fue capaz tras un saque largo de Munúa de marcar cuando había tres futbolistas pendientes de él. Y esa situación preocupa, pero aún más las dificultades que tiene el Valencia para marcar. Si el equipo no anota los goles que debe no es una cuestión exclusiva de Soldado o de su momento de forma, sino de todo el grupo. En tres de los cuatro partidos disputados por el Valencia a domicilio no han logrado marcar; frente al FC Barcelona, Mallorca y Levante. Sólo anotaron en el Bernabéu contra el Real Madrid, en una jugada a balón parado. ¿Qué le ocurre al Valencia en ataque?

A excepción del partido jugado en el Camp Nou, en el que el Flaco adelantó las líneas del equipo en el tramo final del partido, Mallorca y Levante han sido rivales que cedieron el balón al Valencia y se ordenaron atrás. El equipo que dirige Joaquín Caparrós marcó pronto y apostó por el contragolpe, camino que siguió también el Levante después de unos minutos (sobre todo del 10 hasta el gol de Martins) donde se le cogió la espalda a la zaga local sin lograr marcar. Han sido partidos en los que el Valencia dominó pero sin crear mucho peligro. No han convertido en héroe al guardameta del rival, más bien se ha creado un embudo del que no salieron bien parados. Sin ir más lejos, el pasado domingo el equipo insistió en entrar por el centro, uno de los puntos fuertes del Levante. Y a Munúa no se le inquietó después del 1-0.

La historia ha tenido matices distintos en los partidos jugados en Mestalla; ha marcado en los tres, con dos victorias, pero las sensaciones no son buenas. Se controló al Zaragoza, con el hándicap de disputar 30 minutos con un futbolista menos, pero dejaron escapar una renta de 3-1 a favor contra el Deportivo y aunque se ganó al Celta (que empató a uno tras el gol de Feghouli por otro error en defensa) la opinión mayoritaria de la plantilla era de que se jugó un mal partido. Hay que mejorar mucho y una de las dudas que surgen es si el estilo de juego va a dar resultados con los futbolistas que tiene Pellegrino, tras las primeras siete jornadas, los registros goleadores negativos no se repetían desde el curso 98/99, temporada, eso sí, en la que el Valencia acabó siendo cuarto al final. Pero urge una reacción inmediata.