«En la Copa todos los años hay partidos de este tipo donde gana el que nadie espera, quiero que estemos a la altura, que nos adaptemos al medio y que cumplamos con honor, es lo que estamos trabajando y nos lo vamos a tomar con la máxima seriedad». Es el primer aviso que lanza Mauricio Pellegrino a sus jugadores antes de este debut en la Copa del Rey ante la UE Llagostera, un modestísimo equipo de Segunda B que pondrá a prueba al Valencia y sus circunstancias, las de un equipo que se puede poner las pilas y golear allí donde perdió con estrépito el Bayern Múnich,pero que también se distrae con excesiva facilidad para volverse vulnerable, previsible, fácil.

Mejor que nadie tenga esa tentación porque están bajo sospecha, ni es el mejor momento ni el lugar para salir confiados por la teórica debilidad del rival, sino al revés. Después de la dolorosa derrota en Sevilla este equipo necesita ganar, lo mismo da el Llagostera que el Atlético de Madrid, lo último que se puede permitir el Valencia es un ridículo de las características que sería perder este partido más allá de que se pueda arreglar en la vuelta. «El fútbol es actitud, es esfuerzo, es orden y es trabajo en equipo permanente, cuando eso lo tienen once jugadores es un equipo difícil de doblar, si lo hacen ocho jugadores o seis ya cambia, entonces vamos a ser un equipo más frágil», decía el técnico para explicar que hoy todos han de dar el máximo sin pensar en el equipo que hay enfrente.

«La calidad sin la concentración y el esfuerzo no sirve para nada», es el segundo aviso del Flaco. La visita del Valencia es un acontecimiento y una fiesta, pero ojo, como se aprecia en la típica imagen de la entrada a un auténtico campo de pueblo, allí le esperan con las lanzas bien afiladas. Nada que no se sepa. «Hay condiciones que no son habituales, entre ellas el piso y la dimensión del campo, pero son las mismas condiciones para los 22 jugadores», explica el entrenador describiendo la auténtica encerrona que les espera. El terreno de juego es tan pequeño que se puede meter un balón al área casi desde cualquier parte, el contacto entre jugadores es constante y el tiempo para pensar poco, por eso si la actitud es la correcta y no se escatima el más mínimo esfuerzo, la calidad debe decidir.

Con casi todo

No hay excusas. Salvo la entrada del jugador del filial José Luis Gayà en el lateral zurdo, el equipo que saldrá a jugar bien podría hacerlo en un partido de Liga de Campeones, con Banega en el eje, porque «Éver tiene chance de que pueda empezar el partido», con Parejo, Feghouli, Guardado, Jonas y Valdez. Son los elegidos para impedir cualquier amago de rebelión en esa pequeña aldea gala que será esta noche la pequeña localidad de Llagostera, provincia de Girona, que tiene un equipo de fútbol que es el orgullo de sus apenas 8.300 vecinos. Más de un tercio estarán en las gradas del Municipal, instaladas para la ocasión, animando a Tito, Joaqui, Granell, Nico, Serramitja y Tarradellas. Prescinde Pellegrino únicamente de Soldado, Gago, Rami y Joao Pereira, además de Juan Bernat, decisión que el técnico justifica porque «es una lista de 16 donde no hay muchas opciones y hay que tratar de llevar jugadores que pueden dar polivalencia».

«Es un equipo bastante peligroso, yo no califico estos partidos entre un equipo de una categoría a otra, somos once contra once, tienen calidad para jugar, son buenos en el juego directo, va a haber muchas acciones en que habrá disputas y hay que estar a la altura de ese partido. Juegan bien, tienen sus armas para crearnos problemas y tienen los conceptos claros», asegura el Flaco. Habrá que tenerlos, cuanto menos, igual de claros que ellos.

Alineaciones probables:

Llagostera: Moragón; Aimar, Vallho, Canal, Javi González, Tito, Joaqui, Granell, Nico, Serramitja y Tarradellas.

Valencia: Alves, Barragán, Ricardo Costa, Víctor Ruiz, Gayá, Banega, Parejo, Feghouli, Jonas, Guardado y Valdez.

Árbitro: Gil Manzano (comité extremeño)

Estadio: Municipal d,Esports.

Hora: 20:00.