«A mí nunca me ha gustado esa situación (?) Si le preguntas a los protagonistas también te dirán que no están cómodos, esa es la realidad, no puedes estarlo, si estás jugando tienes la presión del compañero que es tan bueno como tú y también merece jugar; y si no estás jugando porque no juegas. A medio plazo es una situación insostenible». Cañizares hizo esta reflexión el 28 de septiembre y, según han ido pasando las semanas, ha dado en el clavo. La política de rotaciones en la portería que ha diseñado el ´Flaco´ Pellegrino tiene a Diego Alves y a Guaita a disgusto. Los dos consideran que tienen el nivel suficiente para ser titulares indiscutibles en un club de élite de primer nivel, como es el Valencia, y el día en que ocupan uno de los asientos del banquillo saltan chispas en su interior. La situación ha traspasado las fronteras del vestuario a la Dirección Deportiva y a pesar de que aún queda mucho hasta que el ejercicio cierre la persiana, la realidad es que la próxima temporada sólo va a seguir uno: Guaita o Diego Alves, siempre acompañado por otro guardameta que en teoría esté para cubrir eventualidades, pero no los dos porque ni uno ni el otro están dispuestos a prorrogar más la situación.

La idea inicial de Pellegrino era la de hacer rotaciones, manteniendo bajo los palos a un guardameta mientras su nivel fuera «excelente». Comenzó Diego Alves siendo el titular debido a que Guaita no estaba al cien por cien físicamente, seis partidos después, el portero que figuraba como titular en las actas pasó a ser el valenciano. Después de cuatro titularidades, un virus estomacal le dejó KO y en el partido de Champions en Minsk frente al BATE recuperó la portería Alves, que añadió el duelo frente al Betis antes de descansar en Copa frente al Llagostera.

A partir de ahí se produjo un cambio en la política de rotaciones de la portería. Guaita jugó el partido de Champions frente al BATE Borisov y Diego Alves los dos de la liga. Así se regía la política de rotaciones bajo los palos con Unai, ahora falta por ver si tendrá continuidad o mantendrá la incertidumbre hasta el final. Sea la decisión que sea y a pesar de que la situación no es la ideal para ninguno de los dos, van a estar obligados a convivir hasta final de temporada salvo que al club llegue una oferta económica «irrechazable» por uno de los dos en el mercado de invierno y se reconsidere la situación. Pellegrino, el pasado día 2 de noviembre en rueda de prensa, también ve la situación y aseguró públicamente que «no es la situación idónea para ellos, pero tienen que aprender a convivir con ella. Yo no le puedo asegurar el puesto a nadie, ni a los porteros ni a nadie».

Para Diego Alves jugar el mayor número de partidos es fundamental para seguir siendo titular con la selección de Brasil, Guaita también trabaja a diario con el único objetivo de ser titular indiscutible con el Valencia, el equipo de toda su vida y en el que es uno de los capitanes. La seguridad de tener a dos porteros de primer nivel en el equipo va camino de convertirse en un problema serio porque ninguno de los dos está a gusto. Al principio se tolera, pero ha llegado un punto en el que Diego Alves y Guaita se cabrean el día que no juegan, y parece que no habrá solución hasta final de curso. El pasado verano, el Tottenham valoró hacer una propuesta por Guaita, pero el club ni lo contempló y ficharon a Hugo Lloris. Ahora ya se sabe en la zona noble que la situación no se puede prolongar mucho más y el próximo curso sólo seguirá uno: Guaita o Alves.