El fútbol son carambolas. Jonas Gonçalves, Éver Banega y Romarinho son los protagonistas principales de una jugada a tres bandas. Por partes. Gremio está como loco por Jonas, pero el delantero no se plantea dejar el Valencia. La oferta del conjunto brasileño es buena, pero Braulio entiende que encontrar ahora mismo un equivalente en calidad-rendimiento-precio es difícil. Romarinho „delantero del Corinthians„ encajaría más o menos en esa ecuación de mercado, pero tiene ficha de extranjero. La nacionalización de Banega podría dejar una plaza libre para un extracomunitario, pero el proceso del argentino ha quedado en stand by. Todo esto aderezado con que Valverde considera al siete blanquinegro imprescindible.

Gremio no va de farol. Los brasileños sueñan con repatriar a Jonas. El conjunto de Porto Alegre quiere desempolvar su sala de trofeos y para ello se ha fijado como objetivo recuperar al atacante, que ya defendió con éxito al tricolor antes de aterrizar en Mestalla. En la representación mental que se han hecho del 2013, Jonas aparece en la foto como la bandera de un proyecto campeón. Para ello están dispuestos a ofrecer una cantidad entre ocho y diez millones de euros. Los portoalegrenses consideran que no hay mejor futbolista que el delantero. Con ellos fue máximo realizador del año con 42 dianas, artillero del Brasileirao y goleador del Campeonato Gaucho.

Tercero en la última Serie A brasileña, entre los objetivos de Gremio está arrebatar el trono de Rio Grande do Sul a Internacional y plantar cara a quien corresponda en la Libertadores. Ya se sabe que ahora hay dinero para gastar en Brasil. Hace un par de semanas estrenaron estadio sustituyendo el viejo Olímpico Monumental por el moderno Arena do Grêmio. Nuevos viejos tiempos para un campeón de Sudamérica. En el banquillo está el célebre Vanderlei Luxemburgo. Cuenta con jóvenes con porvenir como Leandro, Saimon o Fernando y en su nómina de estrellas repatriadas están Elano, Ze Roberto o Fabio Aurelio. El próximo quieren que sea Jonas.

Tiago Gonçalves „hermano y agente de Jonas„ ha transmitido ese interés a Braulio aprovechando su visita a Valencia estos días y le ha manifestado que la voluntad del jugador es no moverse. El representante no ha ´atendido´ a Gremio porque Jonas no se plantea volver ahora. Termina contrato en 2015, está tranquilo, comómodo y centrado en triunfar como blanquinegro. Cada vez que tiene la ocasión lo deja claro de viva voz.

El delantero es uno de los jugadores de la plantilla con más mercado. En octubre ya se habló del interés del Tottenham y buscarle un buen traspaso durante este invierno fue una posibilidad. Justo por esos diez millones que está dispuesto a poner Gremio. La opción es pasado por la voluntad del futbolista y por el contexto deportivo del equipo. La carrera por las plazas de Champions va contrarreloj y Jonas es básico para Valverde. El Txingurri no quiere perderlo. Gusta mucho al nuevo entrenador por su contribución sobre el campo en forma de goles y asistencias. La realidad marca la pautal. Braulio es consciente de que a estas alturas de la temporada los valores seguros fichables para el Valencia se cuentan con los dedos de una mano. Incluso traspasando a Jonas por diez encontrar un recambio por cinco sería complicado. Aunque no imposible. En ese sentido, uno de los que podrían encajar es Romarinho. No es el hijo de Romario, pero tiene grandes condiciones para el ataque. Joven, potente, oportuno, héroe de la Libertadores€ El Valencia sabe que no es imposible sacarlo del Corinthians porque el Timao tiene a delanteros como Paolo Guerrero, Emerson y ayer fichó a Alexandre Pato. Incluso se ha planteado adquirir el 50% de sus derechos. Los técnicos conocen bien al futbolista porque han conocen al detalle al actual campeón del mundo; allí están jugadores que han sonado como Ralf o Paulinho. Romarinho gusta, pero está en la nevera. El atacante es extracomunitario y el Valencia tendría que liberar una plaza. El club está pendiente de la nacionalización de Banega, pero ese proceso no va a resolverse a corto plazo. Escollo determinante. La fórmula para completar la carambola no es sencilla.