El Valencia afronta a partir de ahora una etapa de más de dos meses en los que tan sólo disputará un partido semanal con excepción de los encuentros de la eliminatoria de la Liga de Campeones ante el Paris Saint Germain.

Tras la eliminación contra el Real Madrid en el Copa del Rey, el técnico del Valencia, Ernesto Valverde, podrá casi siempre trabajar con ritmos de un partido semanal, algo que no ha podido hacer en los casi dos meses que lleva al frente del equipo.

Cuando Valverde sustituyó al argentino Mauricio Pellegrino, el Valencia todavía debía cerrar la fase de grupos ante el Lille francés, cerró el año 2012 con un encuentro en viernes y ha estado inmerso en la Copa del Rey con las eliminatorias ante el Osasuna y el Real Madrid.

Ahora se abre una nueva etapa de trabajo, ya que el equipo no disputará partidos entre semana con la excepción de los previstos ante el PSG en Mestalla para el 12 de febrero y en París para el 6 de marzo.

Sólo en el caso de que el equipo valenciano supere al conjunto francés en los octavos de final de la Liga de Campeones habrá dos nuevos partidos intersemanales en cuartos de final, pero ya en el mes de abril.

En esta fase de la temporada, el Valencia debe asentar sus aspiraciones de estar al final de la competición entre los cuatro primeros clasificados, ya que, tras el próximo encuentro en casa ante el Barcelona, va a medirse a rivales que están en su mayoría peor clasificados que el equipo valenciano.

Tras el partido de este sábado y el del Barcelona, el Valencia debe jugar hasta finales de marzo ante Celta en Vigo, en Mestalla con el Mallorca, en Zaragoza, tres equipos de la zona media-baja de la tabla.

A continuación se le complica el calendario con la visita del Levante, el único de los próximos rivales que le iguala a puntos, en Bilbao con el Athletic, y ante el Betis en Mestalla y en Madrid contra el Atlético, dos rivales estos últimos que le preceden con ventaja en la clasificación.