El Valencia lo dice con la boca pequeña porque no es una situación que solo dependa de su voluntad y su capacidad de ejecutar, y también por una de las leyes de mercado más viejas que se conocen y que se puede resumir en que el vendedor jamás puede admitir abiertamente que quiere vender porque con ello lo que hace automáticamente es bajar el precio de aquello que quiere vender „en este caso, vale también el verbo ´ceder´„. Por eso el Valencia jamás admitirá públicamente que estaría encantado de la vida de que algún equipo tuviera la intención de llevarse a Fernando Gago. Dicho de otra manera, el Valencia le busca una salida al futbolista argentino pero entiende que es un jugador de caché internacional y tampoco lo va a ir ofreciendo a cualquier equipo. De hecho, según ha podido saber SUPER, la dirección deportiva blanquinegra ya tiene candidatos que sustituirían a Gago en el mercado invernal si se produjese la salida de aquí a que termine el mes de enero „que es cuando se cierra el mercado de fichajes„. Eso sí, las alternativas, o mejor dicho, la alternativa que baraja el club, es la de un jugador que vendría siempre en calidad de cedido hasta final de temporada. Cierto que es complicado que se produzcan las dos cosas porque apenas faltan unos días para que se cierre el plazo, pero el club trabaja por si se ve obligado a reaccionar a última hora.

Tampoco hay que ser un lince para llegar a la conclusión de que el Valencia no cuenta con Gago porque no hay más que analizar mínimante las últimas decisiones de Ernesto Valverde, que bien se pueden resumir en varios hechos objetivos: Uno que lo cambió en el descanso señalándolo públicamente como el gran responsable del 0-5 „aunque culpables son todos, incluído el entrenador„ y diciendo varias veces en la rueda de prensa posterior al partido del pasado domingo que entendía que Gago estaba para jugar y que podía hacerlo bien, es decir, que el cambio fue decisión técnica. Otro que no fue convocado para el partido siguiente en Mestalla y que antes que Gago se llevó a un chaval del filial, Mario Arqués. Y tercero, que antes que poner a Gago, prefiere jugársela e inventarse un medio centro y poner al central Víctor Ruiz en su puesto. Probablemente para el entrenador habría sido más fácil poner de nuevo a Gago en el equipo titular porque en caso de nueva debacle suya no habría sido la culpa pero prefirió arriesgar para mantener su principio de autoridad y para buscar una reacción entre los futbolistas.

Con esto, Valverde manda dos mensajes, uno al propio Fernando Gago, al que le está diciendo que o cambia su actitud o no juega, y otro al vestuario, que inevitablemente es el germen de lo que luego debe ser un equipo sobre el terreno de juego. Es la ley de la justicia que debe impartir un entrenador en cada una de sus decisiones, la base de un equipo de fútbol. Valverde no quiere bajo ningún concepto que eso se rompa porque sabe perfectamente que es el primer paso para que el Valencia reaccione mañana sobre el terreno de juego de Riazor después de la debacle deportiva que ha supeusto la famosa trilogía ante el Real Madrid.

Por lo demás, tal y como dijo el director deportivo blanquinegro, habrá una decisión interna „es decir, una sanción„ para Fernando Gago después de que el pasado miércoles no acudiera a Mestalla al partido de Copa ante el Real Madrid para el que no estaba convocado. No en vano, el régimen interno del club obliga a los futbolistas a hacer acto de presencia en el vestuario.