«CN10 ha decidido que mientras que no se garantice la seguridad de los abonados que acuden a la grada y se les trate como al resto de los aficionados que acuden a Mestalla, la grada se mantendrá vacía y a medida que avance el tiempo se irá reduciendo la función de CN10 hasta que finalmente no haya otra salida que la disolución lógica por no poder cumplir el motivo fundacional». Es parte del comunicado elaborado por la directiva de la Curva Nord tras los incidentes ocurridos en el partido Valencia-PSG, de los que responsabilizan a la policía. El Valencia CF, tras conocer las muchas quejas que hubo tras el partido de Champions, se limitó a transmitir que hay muchas cosas que mejorar y van a trabajar para que no ocurran cosas que pasaron el martes, pero que si la actitud de la Curva Nord es la amenaza de no animar al equipo, son ellos los que se plantean incluso la disolución de la grada para la próxima temporada. Fernando Gómez, por cierto, visitó anoche la sede de la Curva Mario Alberto Kempes para exponer sus ideas para el Valencia y atender las propuestas de los aficionados.