El Valencia cumple este martes cinco años de su último título oficial, la Copa del Rey de 2008, que se convirtió en el menos dulce de la historia del club por la situación deportiva y extradeportiva que vivía la entidad, cuyos jugadores apenas celebraron aquel éxito.

El equipo ganó aquella final con Agustín Morera como presidente, el ex presidente Juan Soler en la sombra, un cuestionado Ronald Koeman en el banquillo, una trayectoria discreta en la Liga y los jugadores Santiago Cañizares, Miguel Ángel Angulo y David Albelda apartados del equipo.

El partido se disputó el 16 de abril de 2008 en el estadio Vicente Calderón de Madrid con el Getafe como rival, al que los valencianistas ganaron por 3-1 en la noche de un miércoles laborable gracias a los tres tantos marcados de cabeza por Juan Mata, Alexis Ruano y Fernando Morientes.

Pese a los problemas deportivos y extradeportivos del equipo en aquella temporada, el Valencia completó una Copa del Rey impecable en la que dejó en el camino al Real Unión de Irún, Betis, Atlético de Madrid y, en una semifinal épica, al Barcelona.

En la final, Mata abrió el marcador a los cuatro minutos de juego y en el once llegó el 2-0, obra de Alexis. Al principio de la segunda parte Granero hizo de penalti el 2-1 para el Getafe y a seis minutos del final llegó el gol definitivo, marcado por Morientes.

Aquel día el Valencia alineó a Hildebrand, Miguel, Alexis, Albiol (Caneira), Moretti (Edu), Baraja, Marchena, Arizmendi, Silva, Mata y Villa (Morientes).

Ninguno de estos jugadores permanece ahora en el club y, aunque alguno ya se ha retirado del fútbol, hay varios que han sido campeones del Mundo, integran actualmente la base de la selección española o juegan en equipos de primer nivel internacional tanto en España como en el extranjero.

Aquella final se disputó en un momento de decadencia para el club valenciano y cerró definitivamente una etapa de esplendor que había dado comienzo en 1999 con su anterior Copa del Rey, la ganada ante el Atlético de Madrid en Sevilla por 3-0.

Fueron nueve años, en especial de 1999 a 2004, de éxitos con una Supercopa de España (1999) y dos finales perdidas de la Liga de Campeones (2000 y 2001), además de dos Ligas (2002 y 2004) y la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa de 2004, el mejor año de los 94 que tiene de vida el club valenciano, fundado en 1919.

Además, en 2004, el Valencia fue proclamado mejor club del Mundo por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS).

Cuando llegó la final de 2008, el Valencia ya había dado un paso atrás en su protagonismo deportivo y tenía en la construcción de su nuevo estadio, hoy todavía inconcluso, su principal reto.

Juan Soler, máximo accionista de la entidad, había dado un paso atrás y Morera, aunque estuvo en la presidencia poco más de tres meses, tuvo la satisfacción de vivir el éxito desde el cargo de mayor responsabilidad en la entidad.

Una derrota del Valencia en el partido siguiente, en San Mamés ante el Athletic por 5-1, cerró la etapa en el banquillo del Valencia de Koeman, que fue destituido tras la goleada con la que acabó un partido en el que los jugadores del equipo vasco hicieron el pasillo de los campeones a los valencianistas.

En el verano de ese año, con Vicente Soriano en la presidencia y varias altas y bajas en el equipo, el Valencia apenas se iba a parecer al que había logrado el título copero.

Poco antes, con el ahora delegado Salvador González "Voro" en el banquillo, el Valencia evitó el descenso y el éxito copero apenas se festejó, hasta el punto de que la plantilla, aunque llevó al ayuntamiento de la ciudad el trofeo un mes después de la final, se negó a salir al balcón para ofrecerlo a sus aficionados.

Así terminaron las celebraciones del último título del club, que probablemente ha pasado a ser el más agridulce y poco vistoso de toda la historia del valencianismo.