No es el primero que ha llamado a las puertas para hacer una oferta ni desde luego será el último, pero en los últimos días un posible inversor procedente de Estados Unidos ha trasladado una oferta por las acciones de la Fundación Valencia CF, que actualmente suponen el 70 por ciento del capital de la sociedad anónima deportiva. Según ha podido saber SUPER, dicho inversor habría puesto sobre la mesa la candidad de 49 millones de euros para hacerse con el control de la entidad, una oferta que evidentemente no va a ser atendida. Por un lado, tanto los miembros del patronato de la Fundación como el el presidente del Valencia, que también es patrono, mantienen el compromiso de no vender el Valencia CF y seguir con el plan de buscar sus propias soluciones económicas. Por otro, además, una oferta de estas características resulta de entrada insuficiente para todas las partes implicadas.

La deuda que mantiene la Fundación con Bankia por la compra del paquete mayoritario es superior a los ochenta millones de euros. Por eso, aunque después de la reducción de de capital aprobado en la Junta General de Accionistas del pasado mes de noviembre el valor real de esas acciones pueda ser menor, estimar una oferta tan inferior supondría un problema bien para la Fundación o bien para la propia Bankia, pues una de las dos tendría que asumir el resto del crédito pendiente.

Aval y sentencia

Mientras, Bankia, la Fundación y la Generalitat esperan la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana respecto a la anulación del aval del IVF, después de que hace una semana el juzgado decidiera admitir los recursos de la entidad bancaria contra la sentencia. Será a partir de entonces, con aval o sin él, cuando se buscará una solución a la deuda de manera global. Queda pendiente la decisión de la jueza de ordenar o no la ejecución provisional de la sentencia, que dejaría sin efecto el aval, abierta hasta el día de hoy para que las partes puedan presentar sus alegaciones a esta petición de los demandantes. En principio tampoco parece un detalle muy determinante relevante porque en teoría el Tribunal podría tomar una decisión definitiva sobre la causa en el plazo de un mes.