«Somos un equipo grande que va a aspirar a ganar un título, un título siempre es mejor que quedar cuarto en Liga, vamos a seguir luchando», explicó Fede Cartabia, fervoroso, tras el encuentro. El argentino habla a la misma velocidad a la que juega, y ayer se estrenó como goleador en una competición continental. Dos zarpazos con la zurda y sendas respuestas tibias del portero rival validaron su encomiable empuje, su afilada capacidad de desborde y su potente disparo de media distancia. «Estoy muy contento por mi primer gol en Europa, por la victoria y el buen trabajo del equipo. Ahora vamos a Villarreal, es una cancha difícil y tendremos que estar mejor que hoy para llevarnos los tres puntos». Si algo necesitaba el efervescente futbolista de potrero era refrendar sus cualidades con goles. Ayer se sirvió bruscamente de la coyuntura, borró del mapa al St. Gallen.

Lo primero que hizo el menudo argentino cuando la grada se despertó a su primer gol fue cruzarse el terreno de juego, resuelto, en busca de un hombre. Ganó el banquillo y una maraña de futbolistas con petos rodeó a Fede, despeinado, y al que la emoción asomaba de forma significativa en su rostro. «Le he dedicado el primer gol a Jonas, había hablado antes con él y me había dicho que iba a marcar», comentó el descarado mediapunta. «El segundo era para la gente de Bombal, de mi pueblo, donde crecí y empecé a jugar al fútbol». Fede, en efecto, tuvo un gesto con su localidad natal, cercana a Santa Fe. Se levantó la camiseta y descubrió una leyenda: ´Para Bombal´, rezaba la camiseta interior que vestía.