El segundo proyecto de Mark Fenwick, arquitecto del Nuevo Mestalla, para el futuro campo se adapta a las nuevas tecnologías y materiales para abaratar su coste, gran objetivo de Amadeo Salvo, aunque sin descuidar los detalles: «no queremos una chapuza». Fenwick es una referencia en la construcción deportiva en Qatar y confiesa que el príncipe qatarí incluso le llamó preguntando por el Valencia.

Mark Fenwick se presenta en sociedad con su primer proyecto para el Nuevo Mestala en 2006, pero una vez iniciado, en 2009 se paralizaron las obras, ¿le dolió?

Fue muy duro. Además, era un estadio en el que el proyecto, la contratación, la relación personal arquitectos-cliente-contratista fue excelente y la marcha de la obra iba estupendamente. Fue muy triste. Y luego había una incógnita, ¿y ahora qué? Hay muchos proyectos que ni han comenzado, soy optimista y este está como a medio tiempo. Hemos jugado la primera parte y falta la segunda, esto es parte del trabajo, ayudar al club. Nuestra postura siempre ha sido hacer que este proyecto salga adelante, soy muy pasional, no lo hacemos por dinero sino por pasión, y un edificio así en Valencia uno se siente muy orgulloso. El presidente, Amadeo Salvo, se ha volcado con nosotros y nosotros también, para optimizar el proyecto lo más posible para que sea viable. Estamos en una economía difícil y hay que hacer algo que quede bien.

¿Dinero o dolor de cabeza?

Las dos cosas. Es un proyecto difícil. No tengo dolor de cabeza, paramos cuando tenemos que parar. Algunos presidentes nos han llamado, otros no, pero hemos estado ahí siempre, al servicio del club. El estadio no es de ningún presidente, sino del club con una historia grande. Los estadios se convierten en leyenda. Cuando haces un edificio de oficinas o un centro comercial, eso no pasa. Días sin dormir hay muchos, pero satisfacción en que el trabajo de este Consejo es acertado. El hecho de mantener una optimización de costes y buscar mayor ingresos para el estadio, que es la manera moderna de hacer estadios. Desde 2006 han pasado siete años, he mejorado y hemos aprendido muchas más técnicas.

Por ejemplo en cuanto al tema de la cubierta, ¿el vidrio azul?

Ni lo he visto... no lo he visto, ni lo conozco, ni me han preguntado.

¿Casi encarecía más que reducía?

Casi no, encarecía seguro. El proyecto inicial son piezas de aluminio ligero, coge una plancha de aluminio y de cristal de seguridad, porque un cristal sobre 70. 000 personas no debe caer, y a partir de ahí, más estructura, más peso, mantenerlo, cuidarlo...

¿Es una inspiración de otro o este es nuevo, como Calatrava?

El proyecto es único para el Valencia. La idea de los barrios, queríamos algo que no lo puedas cambiar de ciudad, no lo podías llevar ni a Vila-real. Porque eso es único de aquí, es un estadio localizado en el sitio, pero sí es verdad que crea experiencia global. Usamos lo local y lo global, cocinado. Cuanto más experiencia tenemos, ahora ya hemos ido para hacer un estadio para la Copa del Mundo, también estamos en Hungría, pero el Valencia es nuestro primer estadio grande y hemos aprendido muchísimo y nos ha abierto muchas puertas. El príncipe de Qatar nos llamó porque es un apasionado del Valencia.

¿Puede ser un inversor?

No lo sé.

A la hora de modificar el proyecto, ¿ha traído interés y han vuelto a preguntar fuera de España?

El trabajo lo hemos llevado con confidencialidad, había pistas, pero cuando trabajamos en una cosa no la explico nada a otros clientes. Lo que hemos hecho aquí, la semana que viene tengo un congreso en Qatar para que explique esta casuística allí. Es cuanto más podemos gastar y no al revés, como aquí.

Se critica mucho el estadio faraónico, ¿se equivocó Juan Soler?

Es verdad, nadie lo criticó en su día. Es muy fácil mirar para atrás, y difícil mirar para adelante. No esperaba lo que ha pasado aquí. Nos pilló etapa complicada, mi responsabilidad es hacer cosas viables y no hacemos nada no ético. Fue una etapa interesante y fue en su día, uno de los más baratos por asiento de Europa. Nuestro gran esfuerzo era hacer algo espectacular.

¿Qué diferencias hay en el proyecto? ¿Le ponen más pasión ahora desde el club?

Con Manuel Llorente poco. Juan Soler fue un momento muy interesante, sí que había bastante pasión, pero son muy distintos. Sin embargo la pasión y el esfuerzo de Amadeo Salvo es totalmente distinta. En aquel tiempo era más fácil, es el reto de este presidente es más complicado y me apetece más, es más una oportunidad para mi. Creo que lo está haciendo estupendamente, hay que incrementar ingresos y reducir gastos, pero lo que me ha dicho a mí es que tampoco quiere una chapuza. Y creo que estamos en ese camino.

¿No será el mejor de Europa?

Wembley a mí me parece un gran centro comercial, no tiene alma. Es frío, tiene más leyenda y espíritu, pero en el nuevo Wembley derruir las torres fue un error tremendo. Nunca lo he entendido. Es un estadio carísimo, dicen que es bonito, pero no transmite nada.

¿Le apetecía más el primero proyecto del Nuevo Mestalla, que era una metáfora de la sociedad, que el actual?

No, es distinto. Este me ilusiona muchísimo este, hay que afinar más, hay que pensar más y pensar soluciones de verdad. Cuando hay más medios...pero ahora hay que quitar cosas, ¿cómo lo hacemos? Es otra cosa. Presentar un proyecto ante mil personas y con fuegos artificiales, ¿quién no se puede emocionar con eso? pero a mí me da igual hacer la presentación del pasado miércoles, más sencilla.

¿También cambia la forma de trabajar con este nuevo proyecto?

Sí, por eso digo que hemos aprendido. Me encantó mucho hace siete años, y una de las cosas que insisto es la flexibilidad que tiene el estadio, a todos los niveles, cómo se sube y cómo se baja. La experiencia de un espectador, llega al estadio, sube la escalera... esa experiencia se mantiene, pero sí es verdad que estamos estudiando acabados nuevos del mercado, temas de sostenibilidad... cosas que hace siete años no estábamos planteándonos.

¿Es normal que se modifique un proyecto o es mejor optar por que otros hagan uno nuevo?

Se cambian los proyectos, hay cosas que se cambian. Realmente es como si dices que hay un cuadro que medio termina y otro empieza otra vez, no queda muy bien. El cocinero que sigue hasta el final es el que prefiero porque sabe el punto de sal que tenía antes.

Se quería un estadio para todos los días, pero no se entiende que se pueden albergar más deportes. ¿Se ha pensado en eso?

No, la cosa está en que tiene que haber un Director del estadio. Es un edificio, lo que hay que hacer es tener un plan de todo el año. No hay un concierto de Madonna todos los días, aunque un estadio de fútbol no es tan multifuncional como en los que hay en Estados Unidos, donde algunos son cerrados. En Wembley se quitó el césped y se puso una pista de Fórmula 1, obviamente con las condiciones que tiene, pero es lo que está dentro del edificio. Los boxes se pueden hacer a diario, un catering... he estado en estadios donde se presenta un nuevo coche, bodas y bautizos (y que venga un jugador), hay infinitas cosas que se pueden hacer. El campo debe funcionar 365 días desde el día de su nacimiento, hasta su muerte. Se pueden crear espacios para los antiguos jugadores...

¿Se llevaría algo del actual Mestalla allí para que se recordara?

Lo más importante es la afición, a la que hay que llevarse, es lo que hace el club. No sé si hay algún elemento que se pueda llevar. ¿Qué se hace aquí? Mi idea era crear una plaza, con torres y dejar el campo. Hay que estar pensando en las antiguas generaciones, los jóvenes le van a dar a dar carácter de leyenda. Cuando hicimos Sarrià, salió la película del antiguo Sarrià, con un vídeo, y se hizo una fusión del viejo con el nuevo y hubo un tremendo aplauso. El cambio se ha hecho.

¿Fue un error el tema del parking?

No, fue una de las condiciones municipales. Un estadio no necesita parking, pero el mundo está cambiando. El Allianz Arena tiene 12.000 plazas fuera de la ciudad, hubo un momento en que los estadios se sacaban fuera de la ciudad, eso era terrible, el estadio puede convivir en una ciudad, hay que tener transporte público para poder llegar adecuadamente. En Madrid, 20 minutos después del partido no hay nadie. El estadio le puede dar mucho a la ciudad. El parking fue un requisito, se puede acondicionar, pero enterrar ese dinero ahora no es necesario, se va haciendo por fases, con plantas, pero tenemos que buscar ahorros, el parking está ahí, construido.

Los valencianistas más pequeños preguntan: Papá, ¿cuándo se va a terminar el Nuevo Mestalla?

¿Qué te puedo responder? No lo hablé con el presidente, pero si me dicen que si está tocando las teclas adecuadas, para mí sí. Lo demás no lo sé, yo a lo mío, que es hacer que esto sea viable.

¿Piensa que es asequible?

Es un estadio, el de antes y el actual, brutalmente asequible, incluso si se pueden generar ingresos para ese gasto...es un proyecto viable. Pero yo le dejo ahí.

¿Influenció el viaje de USA a sacar partido a todo?

No, tenemos esa experiencia.

Tema de los asientos, ¿es proporcional la reducción que se va a realizar?

Dependiendo de los sitios. Va a haber paquetes más o menos caros y se van a reducir más o menos según esos espacios. En todo el estadio, el peor sitio va a ser el mejor de todo el estadios del mundo.