Diego Alves atravesaba por el mejor momento desde que fichó por el Valencia y ahora que la temporada entra en su fase decisiva se lo va a perder por una lesiçón muscular que en principio le apartará del equipo las cinco próximas semanas. El fútbol tiene estas crueldades y más después de lo complicado que ha sido hacerse con las llaves de la portería en dura pugna con Guaita, en cuyas manos queda ahora el destino europeo del Valencia CF, la lucha por la séptima plaza y por alcanzar la deseada final de Turín.

El guardameta se marchaba la noche del domingo de Mestalla preparado para lo peor, después de haber abandonado el terreno de juego a los veinte minutos con una fuerte molestia en la parte posterior del muslo derecho. Esta vez no hubo lugar a heroicidades, como el día del partido con el Rayo en la primera vuelta, cuando resistió el partido completo lesionado al no estare Guaita en el banquillo. Las pruebas a que fue sometido el brasileño confirmaron esas malas sensaciones y el parte médico habla de una «rotura fibrilar en la unión nio-tendinosa del bíceps femoral» y de que «el tiempo estimado de recuperación es de cinco semanas».

Alves se perderá, aunque intentará adelantar todo lo posible los plazos, los dos partidos de cuartos de final con el Basilea y la ida de las semifinales de la Europa League, pues las cinco semanas se cumplen justo el día del partido de vuelta, el próximo 1 de mayo. Otra cosa es el Mundial, porque sus buenas actuaciones se lo estaban poniendo muy difícil a Scolari y ahora se va a ver frenado en su esprint por estar en la cita de Brasil 2014, en su país.