El Valencia CF es un club de fútbol grande, con 95 años de historia en los que ha vivido grandes momentos y otros más complicados como el que atraviesa actualmente. Con muchos títulos en su palmarés y cientos de miles de seguidores y simpatizantes en todos los continentes, pero es también una sociedad codiciada por muchos por su patrimonio y sus grandes expectativas de futuro. Hay, ahora ya se puede decir, muchos inversores dispuestos a apostar por este club. El valencianismo asistía este martes día 1 de abril sorprendido a uno de los momentos clave de todo este proceso de venta iniciado oficialmente el pasado mes de diciembre, y que después de innumerables vicisitudes entra en su recta final a pesar de que todavía no hay que descartar sorpresas.

Era, por fin, la apertura de los sobres que contenían las diferentes ofertas presentadas, que sobre el papel tenían que ser vinculantes, es decir, de obligado cumplimiento en caso de resultar elegidas. Ni una, ni dos, ni tres, ni cuatro, en total hasta siete ofertas de procedencia muy variada son las que se han recibido para comprar el Valencia CF, que a partir de ahora serán analizadas por la Comisión Gestora. Se abre un plazo de hasta tres semanas en las que los que forman esta comisión tienen la misión de evaluar punto por punto todas las propuestas y decidir cuales son las que cumplen con todos los requisitos de este proceso de venta, pactado no sin muchas dificultades entre todas las partes implicadas de una manera u otra, la Fundación, el Valencia CF, Bankia y la Generalitat Valenciana.

Fase de evaluación

Poco después de las 16:00 la notaria Ana Julia Roselló abandonaba su oficina profesional, en la calle Jorge Juan de Valencia, con dirección a la sede de la consultora PwC, no muy lejos de allí, donde la Comisión Gestora se reunía para abrir los sobres con las propuestas presentadas. Horas después, y rodeado de numerosos rumores, la Fundación Valencia hacía público el comunicado con la noticia: «Con fecha de hoy, martes 1 de abril de 2014, a las 16.00 horas, ha quedado cerrada la Fase de recepción de ofertas vinculantes, habiéndose recibido siete ofertas. A partir de este momento se abre la Fase de evaluación de las ofertas recibidas, prevista en las bases del Proceso de elección del que sea el mejor proyecto deportivo, social y económico, suscrito por la Fundació VCF, el Valencia CF, Bankia y el Instituto Valenciano de Finanzas, entre aquellos que oferten por el paquete accionarial propiedad de la Fundació VCF y garanticen la viabilidad del Club. Al finalizar esta evaluación, las partes seleccionarán al inversor o inversores que serán presentados para su elección definitiva por el Patronato de la Fundació VCF». Se estima que podrían resultar finalistas entre dos y como máximo cuatro.

La Fundación hizo público el número, pero no la identidad ni la procedencia de las diferentes ofertas, datos sujetos todavía al compromiso de confidencialidad. Con todo el riesgo que supone dar una información de este tipo sin la debida oficialidad, podemos acercarnos a los que podrían ser los diferentes grupos que han entrado definitivamente en el proceso de compra del Valencia CF. Estarían en la pugna diferentes fondos de inversión, los norteamericanos Ceberus Capital y Global Emerging Markets. También la sociedad con sede en Londres y capital de origen árabe bajo el nombre The Unique 54 Ltd. El empresario chino Wang Jianlin, propietario de la Corporación Wanda. El empresario de Singapur Peter Lim, cuyo interés por adquirir el Valencia fue anunciado el pasado mes de diciembre por Amadeo Salvo en una rueda de prensa previa al partido ante el Real Madrid. Las dos restantes serían de una sociedad de la que es representante el empresario de Costa Rica Mario Alvarado y de un fondo de inversión con capital procedente de la Europa del Este que responde al nombre de Zolotaya Zvezda, en el que parece figurar como cabeza visible el empresario Mikhail Bosco, afincado en Altea.

Esto ni mucho menos quiere decir que vayan a estar todos en la elección final, porque todavía han de superar un estricto análisis de la comisión gestora. De hecho, una vez recibidas las siete propuestas lo más probable es que alguna no supere ni siquiera un primer análisis. Las bases del proceso de venta contemplan que para dar el visto bueno a cada una de las ofertas basta con el voto favorable de uno delos miembros de esta comisión. Para descartar una oferta, en cambio, se necesita que todos voten en el mismo sentido, es decir, a favor de su eliminación. Desde este momento, toda la documentación está ya en sus manos: Isidro López (Fundación VCF), Salvador Martínez (Valencia CF), Ángel Luis Saiz Moratilla (Bankia) y Enrique Montes (IVF) son las personas que, en representación de todas las partes, tienen esa responsabilidad asesorados por las dos empresas de consultoría contratadas, KMPG y Price Waterhouse & Cooper.

Criterios

La comisión evaluará las ofertas en función de los criterios de valoración establecidos en las tres áreas esenciales, económico, social y deportivo. Sería muy largo ir punto por punto, pero hay una serie de cuestiones que son clave para determinar qué ofertas son las elegidas. En la propuesta económica serían el compromiso de devolución de todos los préstamos de la Fundación y anulación del aval de la Generalitat, que supone la adquisición del paquete mayoritario de acciones, así como de proponer una ampliación de capital que tendría como objeto reducir deuda del Valencia CF, sanear los balances, asegurar liquidez para acometer las inversiones necesarias en próximos ejercicios. Un proyecto para terminar y poner en marcha el nuevo estadio y el compromiso de que los activos del club o el valor que se pueda obtener de su venta se destinen a la recapitalización de la sociedad.

En el área social, el punto fundamental obliga a que el nuevo propietario no pueda desligar en ningún momento las marcas Valencia CF y Fundación VCF de la ciudad de Valencia, además de una serie de requisitos para evitar que alguien pueda llevarse el club a otra ciudad.

Aunque parece haber quedado de lado en todo este proceso, el proyecto deportivo habrá de ser importante para cualquier nuevo propietario que quiera entrar con buen pie en Valencia. Entre los criteriors se valoraráen las ofertas el plan de recapitalización de la plantilla y la garantía de inversión en fichajes al menos por dos temporadas, así como el refuerzo de la escuela de fútbol y de la cantera a través de la Fundación.

La deuda del Valencia, clave

Así, pues, estos son los requisitos aprobados en su día por el Valencia CF y la Fundación, todos los que cumplan estos mínimos pasarán a la elección final en la que están, por el otro lado, Bankia y la Generalitat. El banco, que es quien tiene los créditos, establecerá también sus prioridades en función de las cantidades, compromisos y plazos para asumir por un lado la deuda de la Fundación (más de 90 millones de euros) y la del Valencia CF con Bankia, 220 millones más. El banco, que en su día no aceptó refinanciar la deuda al Valencia y a la Fundación, abre ahora la posibilidad de hacerlo al inversor que resulte elegido. Podría acabar incluso ganando dinero al desprenderse de un crédito en función de la quita que pueda producirse, al tener ya dotados más de 130 de los 220 millones que le debe el Valencia, por los que además ha ingresado una cantidad importante en intereses. Amadeo Salvo, en ese sentido, asegura que votará en contra de cualquier propuesta que no limpie la deuda del Valencia, tal como ha mantenido en su discurso hasta ahora. Ayer, por cierto, el presidente manifestaba su deseo de que no se le vincule a ninguna de las ofertas que se han presentado, ni siquiera la de Peter Lim ni la que pudo traer Wanda, cuyo propietario Wang Jianlin estuvo en Valencia y en Madrid hace apenas tres semanas.