El Valencia tiene el «sí, quiero» de Rodrigo De Paul y algo más. El argentino se ha comprometido de palabra con el proyecto blanquinegro y su fichaje —según el mejor plan previsto— tiene que hacerse oficial en los próximo días. El centrocampista de Racing se ha enamorado del Valencia y su sueño es jugar en Mestalla. De Paul no esconde su felicidad por el pase al Valencia, tiene la cabeza puesta en River —su próximo rival— y quiere un triunfo, pero confiesa que le alegra mucho la transferencia al equipo que dirige Juan Antonio Pizzi. «En este club soy muy feliz pero me pone contento el interés del Valencia», explicó el ‘pibe’ en TyC Sports.

El ‘trabajo de campo’ de Roberto Fabián Ayala y el discurso de Rufete han producido ese flechazo. La labor de la secretaría técnica ha sido impecable. Una obra de ingeniería de mercado que puede culminar con la incorporación de un talento de enorme proyección. Del Paul es una apuesta que está destinada a remediar la carencia de magia que el equipo ha acusado en la zona de creación. La voluntad de Rodrigo es lo que ha permitido al Valencia tomar una postura de fuerza en la negociación con Racing de Avellaneda frente a otros clubes interesados como Inter de Milán y Udinese, que tienen un potencial económico superior.

Llegar antes para fichar mejor

La dirección deportiva está trabajando para armar el Valencia del futuro. Más allá de la incertidumbre que genera el proceso de venta, el club no puede detenerse en su planificación. Es en estas fechas donde se sientan las bases del proyecto 2014/15 y algunas operaciones no pueden detenerse. El tiempo Rufete y sus grupo de colaboradores consideran que Rodrigo De Paul es una contratación interesantísima por talento, técnica, capacidad para desequilibrar y generar juego. Eso es lo que ha acelerado los tiempos con De Paul. Udinese estaba muy cerca de echar el lazo al jugador, Racing de Avellaneda necesita dinero porque se encuentra en una grave situación económica y el Valencia no podía esperar más. La política del club es adelantarse, trabajar sobre el terreno y llegar antes que el resto a los futbolistas de calidad. El sistema de captación es una de las ramas dentro de la secretaría técnica que Rufete se propuso potenciar. El objetivo es pelear en ese tablero de jóvenes promesas donde equipos como Arsenal, Oporto o Udinese —especialista en comprar joyas por tres y venderlas por cinco veces más— han descubierto futbolistas muy importantes.

«Vas a ser uno de los mejores»

El fichaje de De Paul cuadra con esa intención: Un chico de 19 años, que es capitán en un equipo grande de Argentina, que asoma como crack del futuro y que todavía no cuesta un dineral. El fichaje de ‘Rodri’ puede cerrarse por una cantidad en torno a 4,3 millones de euros. Un buen precio para los especialistas. La idea es mezclar futbolistas jóvenes y con proyección —hechos en la Ciudad Deportiva o incorporados de otros equipos— con otros contrastados.

Después de saber que Racing accedía a negociar, Rufete tuvo una conversación telefónica con el jugador que resultó determinante. El Valencia ha realizado un gran trabajo para asegurarse a De Paul. La figura de Roberto Ayala ha sido básica. El miembro de la secretaría técnica promocionó el paso del ‘enganche’ de la Reserva de Racing al primer equipo durante su ciclo como director deportivo en Avellaneda. El ‘Ratón’ tiene plena confianza en su calidad e incluso llegó a decirle que podía llegar a ser uno de los mejores jugadores del mundo. Ese vínculo ha sido imprescindible. Al punto que Ayala ha estado en casa de los padres de De Paul para hablarles del Valencia CF, confirmar la confianza en el chico y perfilar el rol que tendrá dentro del equipo. Rufete y Ayala se han interesado por sus inquietudes personales y eso ha marcado la diferencia.

«Faltan algunos detalles y se cierran las negociaciones», asegura De Paul. Esos flecos tienen que ver con el modo de pago. Racing quiere la máxima cantidad al contado y el Valencia aplazarlo en dos tandas. Son detalles salvables. De Paul tiene un compromiso para salir y el club necesita vender. Lo renovaron hasta 2016, pero la mejora en el salario no es efectiva y tiene una de las fichas más bajas de plantilla. La historia promete final feliz.