Nuno Espírito Santo sintetiza su filosofía en una sólo palabra: trabajo. La solidaridad, la organización, el equilibrio o la intensidad son valores que ocupan la mayoría de sus discursos. Eso ha quedado patente en su trayectoria como primer entrenador en dos temporadas en Rio Ave, un club que por otra parte nada tiene que ver con la dimensión y la exigencia del Valencia. Su llegada a Mestalla ha sorprendido a la crítica portuguesa. Sí por la dimensión del salto, pero no por su capacidad en la dirección. La crítica del país vecino advierte de su fuerte personalidad: «Es un buen entrenador, pero es una persona áspera». En este tiempo, su capacidad de liderazgo, su ADN ganador y el carácter competitivo de su equipo no han dejado indiferente a nadie. Por lo que parece, tampoco a Peter Lim, que ha decidido prescindir de Juan Antonio Pizzi para darle los mandos del Valencia al recomendado de Jorge Mendes.

«Nuno es el líder de este grupo, el mérito es suyo». Los futbolistas reconocen su fortaleza dentro del vestuario y su influencia en un grupo que la temporada pasada peleó hasta el final por entrar en competición europea y en este año ha hecho historia llegando a las finales de Copa y Copa de la Liga. Un acontecimiento que no se producía desde 1984, cuando José Mourinho Félix „padre de Mou„ llevó a la entidad vilacondense hasta la final de la Taça. El próximo curso, el pequeño Rio Ave jugará en Europa.

«Los jugadores son fantásticos porque han sabido interpretar lo que pretendemos», aseguró Nuno en su despedida. El éxito esencial del portugués es que el Rio Ave ha proyectado sobre el campo la visión de su entrenador. Apoyado en la madurez de tres o cuatro veteranos y la energía de muchos chicos jóvenes, Nuno ha llevado a su plantilla a un punto de rendimiento máximo que les ha permitido alcanzar un nivel superior en lo individual. Marcelo, Edimar, Tarantini, Ukra, Diego Lopes, Filipe, Koka?

Todos han rendido a un nivel notable. Tal y como sucedió con Jan Oblak el curso pasado, cuando Nuno le dio la confianza necesaria para llegar lanzado al Benfica. Esas dos finales de copa concretan muchas horas de trabajo. Con Nuno, se juega como se entrena. Entusiasmo, agresividad, inteligencia. Ese intercambio de energías y el respaldo de los resultados han convertido a Nuno en un líder respetado. El entrenador manda y los futbolistas ejecutan, al punto que si les pide que choquen contra una pared, ellos la tiran a bajo.

El sello ganador de Oporto

Como jugador, Nuno pasó por Deportivo, Osasuna, Mérida o Dinamo de Moscú, pero su paso por Oporto determinó decisivamente su raigón. El guardameta coincidió allí con José Mourinho, formó parte de equipo campeón y no entiende el fútbol de otra manera. El Rio Ave „con sus limitaciones„ siempre juega con la determinación y la ambición que es marca registrada de esa ´escuela´. No se arruga. Desde la organización intenta discutir la iniciativa del rival e imponer la suya, con una única perspectiva: defender bien para atacar mejor.

La presión alta, la intensidad en la recuperación y el ataque rápido forman parte del ABC de Nuno. Su equipo se ha comportado como un polígono bien dibujado. «Para llegar a las victorias, tenemos que ser compactos y sólidos». Son palabras del entrenador portugués. El Rio Ave toca bien, pero no se vuelve loco amasando el balón, le gusta el vértigo. Muerde, roba y despliega su ataque a mucha velocidad y en poquitos toques. Una de sus armas principales es precisamente el contragolpe.

La transición defensa-ataque está bien trabajada y la realiza realmente rápido, aprovechando el despliegue de sus futbolistas de banda. El motor gira a muchas revoluciones, pero el equipo sabe pisar el freno, no se desarma y los laterales miden con juicio sus apariciones en ataque. Manda el equilibrio y la eficacia. Por eso se maneja con mucha soltura fuera de casa y le resulta más complicado jugar en ataque organizado.

El recorrido hasta esas finales de Taça y Taça da Liga „perdidas ante el Benfica„ son la muestra de su capacidad para plantear partidos.

Nuno es capaz de igualar fuerzas ante rivales superiores a través del análisis y el balón parado. Siempre fiel a un estilo, su cuerpo técnico estudia las virtudes y los defectos del adversario. El Rio Ave es un equipo que conoce sus límites y a partir de ahí potenciaba sus puntos fuertes. Fiel a su estilo, Nuno procura dotar de las armas necesarias a su equipo para obtener resultados.