En las últimas horas, un poderoso sentimiento de ira fluye por los conductos internos del Valencia Club de Fútbol. Durante la tarde de ayer, la televisión autonómica catalana, TV3, anunció en antena que el Barça ya ha alcanzado un acuerdo con Jérémy Mathieu. Es la gota que colma el vaso. Al ´OK´ del futbolista, sin embargo, todavía falta lo más difícil: convencer al Valencia. Y es que a pesar del ardiente interés del club azulgrana por hacerse con los servicios del francés, desde que se produjo el primer contacto entre clubes, el Barça se ha estrellado contra la posición férrea e invariable de los dirigentes del Valencia, que se han limitado a escuchar a sus homólogos azulgranas „por una cuestión de diplomacia„ y remiten al pago de los 20 millones de euros de su cláusula más la correspondiente carga de impuestos, que deberían hacer efectivo en la sede de la Liga de Fútbol Profesional. Una situación que el Barça a día de hoy no contempla porque elevaría el traspaso casi al doble de su coste. El Valencia no negocia por Jérémy Mathieu.

El enfado de los dirigentes del club blanquinegro responde a que el Barça, ante la negativa rotunda del Valencia de sentar las bases para una negociación, ha decidido tomar una vía alternativa y tratar de persuadir por su propia cuenta al futbolista. De espaldas al Valencia, orillado, que se ha enterado por los medios de la noticia. Esta táctica, por habitual que pueda parecer, viola los límites de la legalidad y el fair play financiero entre clubes.

Al Barça, que le urge apuntalar la línea defensiva tras las retirada de Puyol y las desafinadas comparecencias de sus futbolistas a lo largo de la temporada, la ley debió parecerle una extravagancia inútil y se ha saltado todos los códigos a la torera. Se trata ya del cuarto capítulo del caso Mathieu, que arrancó hace más de una semana con una llamada del presidente Josep Maria Bartomeu a Amadeo Salvo para comunicarle su interés por el futbolista del Valencia. El mandatario valencianista quiso zanjar el asunto de primeras y, sin más aspavientos, remitió al pago de la cláusula. El segundo no se hizo esperar y unos días después se produjo un encuentro en la localidad de Peñíscola „a mitad camino entre Valencia y Barcelona„ en el que estuvieron presentes Zubizarreta, director deportivo del Barça, y Rufete, Manager General del VCF.

Rufete también mantuvo a raya al Barcelona, sin concesiones, se negó en rotundo y volvió a dejarles claro que si de verdad quieren a Mathieu, que paguen el montante que figura en su cláusula de rescisión más los millones que sume la carga por impuestos. El tercero aconteció a finales de esta pasada semana: Mathieu y su representante, Alex Bonnot, se reunieron con Rufete en un hotel para despejar ambigüedades, transmitirle que la intención del zaguero es marcharse al Barcelona y avisarle de que pronto llegará una oferta en firme de traspaso. El club de Mestalla no está dispuesto a hacer ningún ejercicio de renuncia. Con la más que probable llegada de Peter Lim, el club queda encuadrado con un contexto diferte, mucho más alentador, que invita a recuperar la ilusión por objetivos más ambiciosos. El nuevo Valencia ya no se encuentra con la necesidad de vender más jugadores para cuadrar presupuestos, sino que la intención es confeccionar una plantila de máximo nivel.