Banega no cuenta y lo sabe. Rufete le comunicó personalmente que ni el entrenador, Nuno Espírito Santo, ni tampoco la secretaría técnica del Valencia cuentan con él. Desde antes del verano, el club trata de encontrarle un equipo, pero el futbolista no termina de poner todo de su parte. Además, sus pretendientes potenciales tampoco han acabado de convencerse a causa del historial. Nada ha fructificado. No obstante, desde el entorno de Éver se apunta que por su cabeza pasa la idea de aguantar un año en blanco y apurar la temporada que le queda de contrato. El centrocampista desearía alargar los tiempos y forzar la posibilidad de volver en los últimos días del mercado estival a Newell´s Old Boys, donde ya jugó cedido el último medio curso.

Todo tiene un precio

El plan de Éver pasa por apurar su contrato y una vez quede libre el mes de junio de 2015 poder elegir el equipo al que quiere ir. Sin embargo, Banega sabe de primera mano que la oferta con la que salga del Valencia debe también reportar un beneficio económico al club. Ese es el propósito de los dirigentes blanquinegros para con un jugador que hasta la fecha apenas ha movido ficha para desbloquear la situación. El Valencia „a través de su agente„ ha instando al jugador a que colabore en la labor de dar con una salida beneficiosa tanto para él „un equipo en el que poder tener minutos de juego y así recuperar un sitio en la selección de Argentina„ como para el club, que se ha hecho cargo de su salario de estrella desde enero de 2008, cuando se pagaron por él con 19 años casi 18 millones de euros.

La única posibilidad que tiene de quedarse en la plantilla es por una cuestión legal. No es posible dejar a un jugador sin ficha y privarlo al derecho al trabajo porque el Valencia podría ser denunciado. Todo depende de un ‘Entente Cordiale´.