José Gayà demostró ante el Benfica que es un jugador de futuro y también de presente. El zurdo de Pedreguer se comió la banda despejando las dudas y demostrándole a Nuno que el flanco izquierdo de la zaga tiene dueño. Gayà fue el jugador más valioso del partido: marcó el gol del empate confirmando su llegada, puso la asistencia del 1-2 mostrando su precisión en el pase y evitó un gol del Benfica sacando un balón bajo palos al estar bien colocado defendiendo un saque de esquina.

Gayà confirmó que es más futbolista que Aly Cissokho. No intimida tanto al rival, pero ofrece muchas más posibilidades. La receta para pulir al dimante de Pedreguer son los partidos, la continuidad y la confianza. El canterano no era titular desde la derrota ante el Núremberg. Ante el Alianza entró en la recta final como centrocampista. Ante Universidad Católica vio el partido desde el banquillo y frente al Mónaco volvió a ceder el lateral izquierdo ante Cissokho. El zaguero francés ha tenido tres partidos seguidos y no ha dejado nada especial. Gayà aprovechó la oportunidad para dar un golpe sobre la mesa y confirmar que no se arruga.

Instinto depredador

Gayà tiene mucho gol. De hecho, llegó a la escuela del Valencia siendo delantero. Era un jugador letal ante la portería rival, aunque después ha ido evolucionando hasta convertirse en un lateral izquierdo natural. Su gran virtud es que entiendo el juego y es realmente inteligente. Mezcla todo lo necesario para triunfar: velocidad, técnica y personalidad. Ante el Benfica se estreno como goleador del primer equipo, pero vendrán más.

La diana de Gayà estuvo precedida de un buen pase interior de Guardado, otro de los destacados del partido. El segundo tanto dejó otro protagonista defensivo. En esta ocasión, el encargado de romper líneas con una entrega por dentro fue Otamendi. Gayà multiplicó el valor del pase del argentino avanzando y centrando con precisión. Paco Alcácer no pudo con Artur a la primera, pero sí lo hizo Pablo Piatti. El atacante estuvo realmente activo, estrelló un balón en el palo y trabajó para el equipo. Piatti a este nivel puede ser útil. Lo mismo que Carles Gil. El mediapunta fue titular por fin y demostró su capacidad para aparecer entre líneas. Todavía le falta un poco de chispa, pero está destinado a crecer.

Acoplando la defensa

La segunda parte fue de nota alta, pero en el primer acto hubo desajustes en el sistema defensivo, errores de atención, fallos en la salida y problemas en las acciones a balón parado. Pese a todo, Otamendi fue de menos a más y Rúben Vezo demostró que su materia prima es indiscutible. Está rápido y cada vez se atreve a hacer más cosas con el balón. Más allá de algún fallo puntual tirando el fuera de juego o midiendo el salto, el joven Sub21 portugués se ha ganado un dorsal en la plantilla. Las líneas se están acoplando. Poco a poco.