La Liga empieza con la revancha del ´atraco´ en el Sánchez Pizjuán y el reencuentro con Unai Emery, tras su polémica celebración tras la victoria en el último suspiro en Mestalla en la Europa League, y con Éver Banega, el último en salir de la plantilla valencianista. Un jugador no exento de calidad pero con un currículum marcado por actos de indisciplina e irregularidad sobre el terreno de juego, que ha supuesto un lastre en el vestuario prácticamente desde su llegada. La venta del argentino es el primer gol que marca el Valencia en el duelo por los tres puntos en el debut liguero.

«¡Banega vete ya, Banega vete ya!», cantaba la grada de Mestalla cuando se anunciaba el adiós del argentino. No le echarán de menos. Éver ya está en Sevilla para pasar hoy la revisión médica y ser presentado. El técnico ha hecho fuerza para que fructificara el fichaje del argentino esperanzado en poder explotar el talento del centrocampista, que en Valencia apenas ha aparecido y siempre de forma intermitente. Con el vasco en el banquillo blanquinegro, Éver tuvo minutos, algunos partidos a buen nivel pero sufrió múltiples lesiones y llegó en alguna ocasión con claros síntomas de haber abusado del alcohol a los entrenamientos, una de las más sonadas fue en la cena de cumpleaños del propio Unai.

Además, fue atropellado por su propio coche cuando iba a poner gasolina, un incidente le causó una grave lesión, más de 6 meses de baja, posó con una foto con la camiseta del Real Madrid, y su Ferrari ardió sin razón aparente llegando a la Ciudad Deportiva, con el resultado del coche calcinado y el jugador ileso. En el terreno más deportivo, jugó un total de 99 partidos y marcó 8 goles sumando todas las competiciones durante tres años, con un rendimiento irregular, y con más pena que gloria. A su llegada a tierras sevillanas, su pareja, que tuvo un desafortunda comentario en Twitter el domingo, publicó en esta conocida red social: «recien llegaditos y contentos».

Más allá del enfrentamiento ante el díscolo Banega, en Sevilla hay otras cuentas pendiente. La polémica arbitral ha acompañado los últimos enfrentamientos con el conjunto sevillista. La pasada campaña el Valencia sufrió en la Europa League el atraco de los atracos en el Pizjuán con un clamoroso gol en fuera de juego que obligaba al Valencia a remontar un 2-0 en contra en la vuelta en Mestalla para tratar de estar en la final. Además, la amarilla injusta que vio Paco Alcácer, cuando Beto le dejó el pie haciendo picar al colegiado. En Mestalla, cuando la remontada era un hecho, cayó un gol en el 94 que impidió la victoria valencianista. En la celebración resurgió la polémica con los gestos de Emery. Un conjunto de ingredientes que han provocado un ambiente de revancha para este primer partido de Liga.

La afición estará con el equipo

En Sevilla, el Valencia no estará solo. La Curva Nord organiza viaje para desplazarse a la capital hispalense a apoyar a los de Nuno Espírito Santo en el Sánchez Pizjuán. El precio son 40 euros para los socios de la Curva y de 60 para los no socios, con la entrada incluida.