Enrique Cases es un joven seguidor del Valencia CF, residente en Sevilla, que ha contactado con Superdeporte para denunciar públicamente las agresiones que padecieron él y su pareja en la noche del sábado después del partido disputado en el estadio Sánchez Pizjuán. Instantes antes de subirse en su vehículo, tres aficionados sevillistas los abordaron con por la espalda. Enrique, de 20 años, fue empujado e impactado con violencia en la región lumbar y Carolina, su pareja, embarazada de casi cuatro meses, víctima de un puñetazo en el ojo.

La intervención casual de un guardia de seguridad del estadio, que estaba ya de camino a casa, ayudó a la huida de los agresores. Enrique, primo del jugador del equipo Roberto Ibáñez, y Carolina denunciaron posteriormente los hechos a la Policía Nacional y acudieron al Hospital. "De repente estamos caminando, hablando del partido y oímos un silbido y ruido de gente corriendo. Mi pareja se giró y vio que tenía a uno de los tres 'Biris' encima pegándome. Ella se intentó meter y les dije: '¡No la toquéis, no la toquéis, que está embarazada! Menos mal que por casualidad un guardia de seguridad pudo meterse por medio cuando nos pegaban. Uno volvió a encararse a mí, pero en vez de pegarme el puñetazo a mí se lo soltó a mi pareja, le quitaron la bandera del Valencia", explica.

"Me parece indignante que quede gente así en los estadios de fútbol, que se les permita entrar a recintos deportivos. Rober me llamó para saber cómo nos encontrábamos y me dijo lo mismo, no es de recibo que peguen a una chica embarazada", añade Enrique, que ha presentado ya el parte médico de lesiones a la Policía.

Mañana, en la edición impresa de SUPERDEPORTE, la historia completa.