El verano ha sido movido e intenso con 31 operaciones entre fichajes y salidas. Sin embargo, cuatro días después del cierre del mercado el Valencia trabaja ya pensando en el futuro. En la planificación de Rufete ocupa un lugar preferente el nombre de Paco Alcácer. El ´9´ es internacional absoluto de nuevo cuño con la Roja, referencia ofensiva del renovado Valencia y, en consecuencia, un valor peligrosamente en auge a la vista de los clubes más poderosos de Europa. El presidente, Amadeo Salvo, y la secretaría técnica coinciden en la necesidad de conservar a Alcácer como un pilar del equipo por muchos años. Es la razón por la que Rufete, mánager general deportivo, se ha encargado de iniciar la operación blindaje, dejándole claro al futbolista en una conversación entre ambos que el Valencia lo quiere renovar y valorar acorde a la altura del goleador que emerge con él.

Salvo y Rufete negociarán con sus agentes con el propósito de aumentar su cláusula hasta niveles prohibitivos, incluso para los clubes poderosos. Una intención que Alcácer conoce también directamente. El mánager general ha querido que Paco sea consciente de la importancia que tiene en el Valencia CF, más allá de los fichajes de delanteros de renombre como Álvaro Negredo o Rodrigo Moreno. Dos incorporaciones realizadas conforme a la necesidad deportiva y, sobre todo, al crecimiento que, de la mano de Peter Lim, pretende la entidad de Mestalla. Una competencia que reforzará el poderío ofensivo del equipo y ayudará a los tres puntas a superarse en el día a día, ya que los componentes de la ´triple bomba´ no lucharán sólo por hacerse sitio en el bloque de Nuno, sino que también lo harán por acudir a la llamada de la Roja.

La cláusula de rescisión de Alcácer es de 18 millones de euros, mientras que le queda contrato hasta el 30 de junio de 2016. Hace unos meses sonaron ya cantos de sirena procedentes del Real Madrid. por él no se escuchan ofertas, es imprescindible en el proyecto. El Valencia está dispuesto a blindarlo, ofrecerle más años de vinculación contractual y ahuyentar a los pretendientes con un precio prohibitivo. Una cláusula por encima de las cantidades que en su día el club ingresó por jugadores como Roberto Soldado o David Villa. Los dirigentes saben que para que el blindaje acabe fructificando el salario del jugador también deberá ajustarse al nuevo estatus que está adquiriendo tanto en el vestuario como en el escaparate internacional.

El caché de Alcácer ha aumentado notablemente en los últimos meses. En el primer tramo de la pasada campaña apenas contó. La llegada de Juan Antonio Pizzi le valió para poder aprovechar las oportunidades que estaba esperando. La temporada la acabó con 14 dianas en competiciones oficiales y Rufete premió su labor con la máxima confianza, al considerarlo una pieza clave dentro de un grupo con mayor calidad y ambición. En este inicio de curso, entre la pretemporada y los primeros duelos de la Liga, Paco ha seguido demostrando su talento para el gol con Nuno en el banquillo y una pareja de baile de la talla de Rodrigo. Ayer, precisamente, debutó con la Roja en París, una ventana a la que miran los más fuertes de Europa.

No obstante, Alcácer es consciente de que con 21 años todavía tiene margen de mejora y tiempo por delante para conseguirlo. «Mantengo los pies en el suelo. Soy joven, así que tengo que seguir trabajando y mejorando a diario», dijo hace una semana después de abrir el 3-0 con el que el Valencia sumó sus primeros tres puntos en la Liga a costa del Málaga. El propósito de Paco es seguir por mucho tiempo en el equipo de Mestalla, donde se ha formado desde niño. Esa es también la voluntad de un Valencia decidido a valorar su enorme progresión y enviar un mensaje claro a los rivales: Paco Alcácer no se toca.