Los canteranos del Valencia CF continúan desarrollando un papel protagonista en este inicio de temporada 2014/2015. Un arranque en el que José Luis Gayà se está destacando como uno de los más destacados de toda la plantilla. En el empate de ayer en Donosti frente a la Real Sociedad (1-1) el jugador de Pedreguer brilló con luz propia. Diego Alves, Javi Fuego y el propio Gayà fueron los tres hombres que mantuvieron con vida al equipo en una jornada bastante más dura que las vividas hasta la fecha.

Gayà comenzó en su posición habitual, la de lateral izquierdo. El carril del alicantino se convirtió en el más difícil de abordar por los extremos realistas. Carlos Vela, la estrella de los vascos, nunca pudo superarlo. En el minuto 35 la cabeza del defensa valenciano, siempre bien posicionado, sacó en la misma línea de gol un remate que ya no tenía remedio. Sin embargo, la mala fortuna quiso que segundos después sí cayese el tanto local.

En el segundo tiempo Gayà demostró estar en un estado de forma notable. A los 81 minutos Nuno dio entrada a Orban por Parejo, lo que conllevó un cambio de sistema. El argentino pasó al lateral y Gayà a la posición de extremo, una jugada repetida en jornadas pasadas. Fue gracias al 4-4-2 clásico, con Gayà más avanzado, como el Valencia empujó más en la recta final. De su pie zurdo nació un peligroso centro a Alcácer, algo fuerte. Pero, sobre todo, el ´31´ regaló una espectacular cabalgada por el carril central que dejó atrás a media Real en el contragolpe. Pasó a Alcácer y éste envió de primeras a Rodrigo, pero el hispano-brasileño no pudo conectar un disparo claro.

Por otro lado, el defensa internacional sub´21 fue uno de los cinco amonestados del equipo. Un castigo excesivo en comparación con las dos amarillas a los donostiarras.