La sensación que existe en el Valencia CF de que la venta está próxima tiene que ver también con Porxinos, que el presidente da prácticamente por resuelto a expensas también de que todas las partes implicadas firmen un documento en el que renuncien a cualquier responsabilidad por la posible anulación del actual PAI. Un acuerdo bastante complicado al que al parecer se ha llegado ya con las entidades financieras y también con el Ayuntamiento de Ribarroja, para el caso de que el Tribunal Supremo declare nulo el proyecto urbanístico promovido en su día por el Valencia.

El acuerdo supone además que el Valencia se compromete a promover un nuevo proyecto también en Riba-roja, hasta donde se trasladará la ciudad deportiva y donde los bancos que se quedaron los derechos de edificabilidad de la empresa Nozar puedan desarrollar el negocio en el futuro. Hay, además, un recurso en el Tribunal Supremo presentado por el Valencia CF, la Generalitat y el Ayuntamiento.

Meriton bueca con este acuerdo asegurarse que ninguno de los bancos le reclamará una cantidad de dinero importante en el caso de que se anule el PAI, ya que según el acuerdo firmado en su día por el Valencia CF con Nozar al club le podrían reclamar alrededor de 160 millones de euros que la inmobiliaria pagó en su día por el suelo, ya que estaba sujeto a que el suelo fuera urbanizable. El Valencia también podría reclamar al Ayuntamiento del municipio 90 millones que no podría pagar, 20 de los cuales le abonó en su día. Riba-roja está por la labor de ir adelante con el proyecto siempre que el Valencia CF se traslade a Porxinos.