Los jugadores asumen que fallaron. El día después de la primera derrota del equipo en Liga hubo charla constructiva. Quería escucharles. Nuno reunió a sus jugadores durante algo más de diez minutos sobre el terreno de juego en el entrenamiento del lunes en Paterna. Primero con el colectivo y después conversaciones individuales con todos los titulares ante el Deportivo, incidiendo sobre todo en los pesos pesados del equipo como Dani Parejo, Otamendi, Rodrigo o Paco Alcácer. La reflexión final es que hay que aprender del error para no repetirlo y volver a ser ante el Elche el equipo intenso y con carácter de partidos anteriores. El técnico insistió mucho a sus jugadores en el próximo encuentro y en sumar los tres puntos. Ya lo advirtió el domingo que un equipo que quiere optar a Champions no puede perder dos partidos seguidos. Hay que pensar ya en el Elche.

Al portugués, tal y como reconoció él mismo en sala de prensa, no le gustó como saltó al terreno de juego su equipo en Riazor, pero no era momento de echar la bronca a sus jugadores, solo es una derrota y el luso prefirió optar más por el dialogo y por un tono de normalidad, como es habitual en él, muy cercano a sus futbolista para ver qué impresiones tenía el equipo de la derrota. Y la plantilla reconoció que fallaron. Todos son conscientes de que se hizo un mal partido y de que el sábado en Mestalla tienen que dejar claro que fue solo un accidente que no volverá a repetirse.

«Nadie dijo que el camino sería fácil. Ahora es el momento de estar juntos y seguir hacia delante. Trabajo y más trabajo», confesaba Rodrigo Moreno. El hispano brasileño fue uno de los jugadores con los que más habló el técnico. Estaba junto a Paco Alcácer haciendo los estiramientos habituales en el entrenamiento regenerativo del día después de partido y Nuno aprovechó para hablar con ambos. Son dos piezas clave del equipo, como también Otamendi, Javi Fuego o Dani Parejo. Con todos ellos tuvo algunas palabras, escuchando y también explicando errores para corregir. El portugués hizo un poco de psicólogo. Es habitual verle hablar con sus jugadores, no es nuevo, pero ayer las caras eran más serias en esas conversaciones.

También se acercó a Yoel, que no tuvo su mejor debut en Riazor con la elástica valencianista. Quería saber como estaba. Mustafi fue otro a los que prestó atención en los primeros minutos del entrenamiento, pero siempre en un tono constructivo y protector, como está siendo Nuno con sus jugadores.

Su gestión del vestuario es uno de los grandes éxitos para el buen inicio de temporada, pero la del domingo era la primera derrota. No era cuestión de buscar culpables, sino de ver los errores y saber cómo corregirlos.

Más allá del mal inicio de partido, que ya tuvo su reprimenda en el descanso del partido ante el Deportivo, el técnico transmitió que es fundamental no perder balones en el centro del campo porque dan más opciones de peligro al rival. Un error de Otamendi provocó el tercer gol gallego. La presión no fue la misma y eso también tuvo sus consecuencia porque se perdió el mando del partido en todo momento y no se generaron ocasiones de gol. Ahora, a pensar en el Elche