El derbi ha empezado en los despachos, donde las relaciones entre Valencia CF y Levante UD han quedado muy tocadas a causa de la polémica por el precio de las entradas para el partido del 23N. Después de haber estado reunido, el Consejo de Administración del club de Mestalla comunicó en la tarde de ayer que «bonifica con 15 euros» a cada seguidor de los 1.050 que adquiera una localidad para la zona visitante en el Ciutat de Valencia. Además, el VCF indicó que su Consejo «no asistirá al encuentro» por respeto a la afición valencianista y que «mantendrá el precio de 15 euros para el partido de la segunda vuelta».

La tormenta comenzó a principio de semana. En la noche del lunes el Consejo de Administración del Levante decidió poner a 30 euros el precio del asiento en la citada grada visitante. El martes Amadeo Salvo, presidente del Valencia, intentó convencer sin éxito a su homólogo granota, Quico Catalán, para que rebajase el coste a 15 euros. El dirigente blanquinegro le recordó a Catalán «el compromiso tácito de reciprocidad de precios» entre los diferentes clubes de la Comunitat, un argumento con el que el Valencia comienza también la redacción del comunicado. La respuesta levantinista fue que por respeto a su afición no contempla la rebaja. Desde Orriols se alega -no en una comunicación oficial- que las entradas individuales próximas a la zona rival tienen un precio superior, de 40 euros, y que desde ahí se ve más cerca el fútbol que en lo alto de Mestalla. Sin embargo, el LUD no explicó su postura públicamente como hizo el Valencia.

Las entradas para los valencianistas salieron a la venta en la tarde del jueves en Mestalla. Horas antes, el Valencia volvió a ponerse en contacto con los dirigentes del Levante en un último intento antes de tomar las medidas descritas en el comunicado. La contestación fue la misma del martes. No por respeto al levantinismo. A lo que Salvo respondió con las decisiones que adoptaría poco después el Consejo del VCF, que considera que la falta de respeto es de la entidad de Orriols con la afición blanquinegra y, por ello, no irá al derbi del día 23. Los de Mestalla entienden que el Levante rompe el «compromiso tácito» de precios entre clubes de la Comunitat y, con el fin de que el equipo «tenga el máximo respaldo» y sus aficionados «no se sientan discriminados respecto a otras aficiones» valencianas, actúan en consecuencia. El Valencia pagará el 50% de cada localidad y cobrará 15 euros a los levantinistas en la vuelta liguera.