«Todavía con dolor de cabeza», pero ayer Alejandro pudo volver al colegio. «Ya me encuentro bien, con algo de mareo€ poco a poco se me irá», cuenta Álex Pérez, un jovencito de 13 años, tímido y apasionado a partes iguales por el fútbol y por sus estudios. Dentro de poco podrá continuar disfrutando de cada una de sus pasiones gracias a un enfermero de la Academia del Valencia CF. El sábado 8 Alberto López, merced a una «rápida atención», salvó la vida de Alejandro antes de que finalizase la primera parte del partido que jugaron los infantiles autonómicos del Sedaví CF y el Valencia CF en el Polideportivo Municipal de la localidad de l´Horta Sud. «Alberto y el míster, Salva Nieto, se portaron genial. En urgencias del hospital nos dijeron que la intervención del enfermero del Valencia ha sido vital», dice Valle, la mamá del niño, aún emocionada.

Álex es un portero valiente. La primera parte estaba a punto de cumplir media hora cuando salió decidido a salvar a su equipo de una nueva acometida del todopoderoso Valencia. Se lanzó al suelo para atajar el balón con la mala fortuna de que él se llevo la peor parte en la disputa con el atacante blanquinegro y también un defensa del Sedaví. El golpe en la sien fue tremendo, el pequeño perdió el conocimiento y quedó inmóvil. La primera sensación de susto pasó a ser miedo en unos segundos, se pensó hasta que «podía haberse roto el cuello», según relata Sergio Soldado, presidente del Sedaví y hermano del exvalencianista Roberto Soldado.

Una actuación «de 10»

«Salí del banquillo por la necesidad de atender al jugador, sea de un equipo u otro. Al llegar a él vi que la situación era de extremada urgencia. Indiqué al delegado que llamase al SAMU y traté de solventar el momento de crisis: Un traumatismo craneoencefálico, con pérdida de conocimiento, vómitos y rigidez de mandíbula, que dificultaba solventar la depresión respiratoria con el tubo de Guedel. Tenía que encontrar cuanto antes la vía aérea y aplicar las medidas básicas de soporte vital», explica el DUE del Valencia CF, quien trabaja también con el SAMU y estudia fisioterapia. El presidente del Sedaví cataloga su papel «de 10, decisivo».

«La actuación fue importante para recuperar la respiración. Hay que estar entrenado y no perder la calma en situaciones así», recuerda Álvaro Sala, coordinador médico de la Academia GloVal. Gracias a su preparación y buena praxis, el enfermero superó las complicaciones para destrabar la lengua del portero y le introdujo correctamente la cánula de Guedel en la boca para mantener abierta la vía de aire. Después le colocó un gotero y suero. Alberto había anulado cualquier posibilidad de paro cardiaco, mientras el niño recuperaba oxígeno. Poco a poco volvía a la consciencia. La ambulancia lo trasladó con rapidez al hospital, donde estuvo tres días.

Lo primero que recuerda el joven guardameta es «oír la voz de su madre unos diez minutos después» del golpe, dice Paco, el padre. «Queremos darle muchas gracias a Alberto, cuando estuvo estable lo primero que hicimos fue llamarle. A Álvaro Sala, que ha estado pendiente del niño y en contacto con nosotros. A Orquín, el chiquito que le dio sin querer, que ha hablado con él, a su madre€ El Valencia nos ha dado una gran atención. También desde otros clubes€ gracias a todos», dicen los padres. Un agradecimiento que el Sedaví CF expresó también al Valencia en una carta y a través de las redes sociales.

Dividido para el derbi

Con sólo 13 años Alejandro ha pasado por las escuelas de Valencia y Levante. En casa su padre y abuelo son granotas y su madre desde muy pequeño ´empujaba´ hacia Mestalla cantándole el ´Amunt València!´. «Lleva a los dos en el corazón», asegura Valle, aunque su ídolo es un ex de Orriols, Keylor Navas. La pasión que siente por el fútbol es tal que ayer ya quería entrenar pensando en el próximo rival, el Villarreal.