El sábado 8 de noviembre el enfermero del Valencia CF Alberto López pudo estabilizar la situación del pequeño Álex después de que el portero de 13 años perdiera la consciencia y sufriera una depresión respiratoria como consecuencia de un fortísimo impacto en la sien a la media hora de partido. Gracias a la preparación sanitaria de Alberto y a la cánula de Guedel que llevaba con él, los momentos de pánico acabaron en lágrimas de emoción en el hospital. Los papás del niño, Paco y Valle, se preocuparon enseguida por encontrar su teléfono y agradecer al DUE de la Academia GloVal que salvase a su hijo.

Los galenos del centro hospitalario dijeron a los padres que la actuación de Alberto «resultó decisiva, vital». El Valencia jugó como visitante en el Polideportivo Municipal de Sedaví, pero el enfermero salió raudo al auxilio de Alejandro. En los tiempos de crisis económica que corren es una constante la dificultad dentro de las escuelas menos potentes para disponer del personal médico adecuado. «Yo no conozco equipos de nuestro tipo que los lleven fuera de casa. Los equipos pequeños, a no ser que alguien quiera ayudar, no suelen tener a nadie. Es algo en lo que la Federación o la Fundación Deportiva deberían colaborar más para que todos puedan tener un servicio de primeros auxilios cualificado», expresa el padre de Álex.

Paco Pérez hace de coordinador de fútbol-8 en el Colegio Salgui y está decidido «a promover que haya gente preparada para estos casos de extrema urgencia en los campos». «Nos hemos puesto en marcha para formarnos para unos primeros auxilios», asevera el padre de Álex, quien aboga porque desde el mundo del fútbol base y las instituciones se refuerce el apoyo para que otros niños, a los que pudiera pasarles igual que a Álex, corran su misma suerte en partidos en los que el Valencia y demás grandes de la Comunitat no estén presentes. «A veces pensamos que no, pero esas cosas pasan, sería ideal que en competiciones en las que pueden provocarse choques hubiese una persona capacitada en cada campo o polideportivo», asegura Álvaro Sala, coordinador médico de la Academia Gloval.

El modelo del Valencia CF se reestructuró con la entrada al club de Amadeo Salvo y Rufete hace casi un año y medio. El mánager general deportivo y el jefe de los servicios médicos, Juan Albors, planearon un esquema de cobertura médica absoluta para todos los niños, desde los más pequeños al Mestalla. Una estructura que se ha amplificado en relación a lo existente en el pasado: Una doctora entre semana, un enfermero los fines de semana y un fisioterapeuta con uno y otro. El organigrama resulta efectivo no sólo en la Ciudad Deportiva, sino a domicilio. El ejemplo de Álex es el más evidente, pero hay otros como las asistencias a los juveniles del Guadalajara del doctor Sala, quien acompaña al equipo de ´Pipo´ Baraja, aquel día en compañía del fisio David Valenzuela.

En la Academia cada día de la semana hay un médico presente pendiente de cualquier percance de salud, además de dos fisioterapeutas por la mañana y otros dos por la tarde con amplios conocimientos sanitarios. La jornada finaliza pasadas las diez de la noche, una vez concluyen los últimos entrenamientos de los equipos femeninos. Las funciones de cada miembro del equipo se distribuyen mediante una reunión semanal. El fin de semana la asistencia en Paterna es completa, siempre con un médico, un enfermero y un fisio de ronda por cada uno de los campos y para todos los partidos de la escuela. Además, los conjuntos que viajan jamás pueden irse sin la compañía de un profesional sanitario equipado con la cánula de Guedel y el botiquín de primeros auxilios.

Incluso, a lo largo del sábado hay una ambulancia perfectamente preparada en la Ciudad Deportiva y los domingos hasta las tres de la tarde. Por ejemplo, hoy el servicio estará activo hasta que el Femenino concluya su encuentro. Otra ambulancia vigila los partidos del Valencia Mestalla, al que acompaña el doctor Giner. El mismo esquema que para el Juvenil. Tanto con el filial y con los juveniles el médico César Calero se preocupa de atender cualquier problema entre el público en una Ciudad Deportiva abastecida hasta con tres desfibriladores de reanimación.