Rodrigo de Paul y Nico Otamendi llegaron este verano al Valencia para triunfar y jugar partidos como el del domingo contra el Barcelona en Mestalla. Al central le ha costado poco erigirse en el ´jefe´ de la defensa y en uno de los mejores centrales de la Liga. El mediapunta está necesitando más tiempo. Después de un inicio difícil con demasiadas sanciones y suplencias, el argentino se destapó en el Derbi mostrando su mejor versión de la temporada. No solo comparten peluquero o tatuajes. Los dos conectaron desde verano y confían ciegamente el uno en el otro. Nico dio la cara por él hace dos semanas cuando se reunió con Nuno para hablar de su amigo y encontrar soluciones a su situación deportiva. De Paul le tiene la misma fe. Se siente seguro a su lado. En la vida y en el campo. Le tiene tanta fe que está convencido que el domingo puede parar a su ídolo y al que considera mejor jugador de todos los tiempos: Messi. Será difícil pararle, pero si alguien lo puede hacer es su ´socio´.

De Paul avisa al ´10´ del Barça de lo que le espera en Mestalla. «Nico está en un nivel muy alto para pararle y parar al Barça. La verdad es que en este partido se le va a hacer muy difícil poder pasar a nuestros centrales porque están a un nivel muy bueno. Nosotros tenemos que estudiar su juego, pero seguro que ellos tendrán que ver cómo pasarnos porque no lo van a tener fácil». Otamendi siente la misma admiración por Messi. Han compartido buenos momentos en la Albiceleste, pero Nico no tiene amigos en el campo. Así se lo demostró en la Supercopa de Europa de hace tres años. Aquel 26 de agosto de 2011 se enfrentaron, uno con la camiseta del Barça y otro con la del Oporto, en una final en la que saltaron chispas entre ellos. Fue en una acción en la que Otamendi entró fuerte abajo y con los brazos extendidos por alto. Leo se enojó y los dos se cruzaron miradas y alguna palabra que otra. «¿No eran compañeros?», titulaba el Diario Olé. Solo fue un calentón y la prueba de que, más allá del respeto, Nico no tiene miedo a nadie en el césped.

De Paul también tiene ganas de enfrentarse a Messi. Ha coincidido en un amistoso benéfico con Mascherano en Rosario, pero nunca ha tenido delante a Leo en un terreno de juego. Tiene ilusión por quedarse su camiseta, pero sobre todo por quedarse con los tres puntos. «Con ´Masche´ coincidí en un partido beneficio en Rosario, en el que jugamos juntos, pero con Leo no he jugado nunca, es el mejor jugador de todos los tiempos y tengo muchas ganas, va a ser un orgullo tener enfrente a Leo, pero ojalá nos quedemos con los tres puntos y yo pueda quedarme con su camiseta».

Aunque de lo que verdad tiene ganas De Paul es de cuajar otro buen partido. Admite que Nuno quiso pincharle dejándole fuera de la lista contra el Athletic y está convencido de que su aparición en el Derbi será el «quiebre» en su trayectoria que necesitaba. «Desde que me quedé fuera, sabía que tenía que seguir esforzándome y ojalá haya sido un quiebre ese día que me quedé fuera. Yo creo que el míster lo hizo un poco para pincharme y que yo pueda sacar lo mejor de mí. Ahora lo que quiero es ayudar a mis compañeros contra el Barça y ojalá luego todo salga bien. Vine joven, pero es un desafío lindo todo lo que me está pasando».