Tras la visita al Lleida, en la que el Valencia Mestalla encajó una derrota de las que hacen mella en un vestuario, el conjunto de Curro Torres recibe a un Olot que ha cambiado el entrenador lleno de urgencias por salir de los puestos de descenso. «Eso siempre es un plus para ellos pero nosotros saldremos a competir como cada semana y seguramente llegará el resultado», analiza el atacante Iban Salvador, que espera con ganas un enfrentamiento en el que, además, se reencontrará con sus excompañeros Mousa y David Corominas. Para volver a sumar, la receta es sencilla: «Curro nos insiste en que compitamos siempre. Si competimos, competimos y competimos, los resultados siempre acaban llegando».

Debido a su marcada personalidad dentro del campo, casi todas las defensas tienen apuntada su matrícula. Iban combina velocidad desenfrenada y habilidad con el balón con una incalculable tenacidad. Con tan solo 18 años desespera a rivales que se las saben todas en Segunda B. «Este año los contrarios saben que estoy en un filial y siempre me buscan las cosquillas, pero lo que pasa en el campo se queda en el campo». Pese a su corta edad, transmite sensación de madurez. «Siempre intento aprender de cada situación. En esta categoría tienes que ser fuerte, estar ya un poco hecho, pero me queda todavía mucho por aprender», argumenta.

El atacante, que vive cada partido a todo voltaje, se desempeña con facilidad casi en cualquier demarcación ofensiva: «El entrenador hace la alineación y según como convenga puedo jugar en banda o como delantero». Llegó el pasado verano después de dos meses de durísimas negociaciones con el presidente de l´Hospi. «Cuando vine hablé con José Jiménez „jefe de captación de la Academia„ y me dijo que nunca le había pasado lo que pasó conmigo», recuerda Iban.

Ahora aprieta para consolidarse como uno de los mayores activos del ataque valencianista en una plantilla que ha incrementado su competencia respecto del año pasado: «Tenemos muy buen equipo, pero los filiales tienen tendencia a sufrir. Todavía nos falta saber diferenciar en qué minuto estamos, qué tenemos que hacer en cada momento, dónde tocar y dónde no... Ponerle huevos según en qué jugada... Vamos madurando poco a poco». Por último, explica porqué Iban y no Iván: «Mi nombre de pila es Iván. Iban podría decirse que es mi nombre deportivo. Lo puse un día, me gustó y ahí me he quedado», reconoce entre risas.

El partido se juega este sábado a las 18 horas en el Antonio Puchades.