Hay ganas de Copa. Después de tres malos resultados en Liga, el torneo del KO le brinda al Valencia la oportunidad de reaccionar de inmediato en un contexto cautivador por las ganas de reivindicarse y por la esperanza que todo el mundo ha depositado en la competición desde el día del sorteo. Camino de la final, Madrid, Barça y Atlético quedan al otro lado del cuadro. Es lógico ilusionarse. Si bien, el equipo de Nuno tendrá como posibles rivales a Sevilla, Málaga, Celta, Levante o Athletic. El primer paso en la lucha por el título hay que darlo en Vallecas, frente a un Rayo marcado por la fuerte personalidad de Paco Jémez. La plantilla no es ajena a la oportunidad de luchar por el título, pero la mentalidad es clara: ganar partido a partido sin pensar más allá de la eliminatoria inmediata. A partir de ya, el Valencia se impregnará del alma combativa que demandan este tipo de duelos. Un carácter que encaja a la perfección con el espíritu copero de Nuno, que la temporada pasada fue capaz de conducir al Rio Ave hasta las finales de copa y copa de la liga en Portugal.

El reto ahora es superior. Como rioavista, Nuno no pudo culminar la hazaña porque el Benfica de Rodrigo y André Gomes se cruzó en la última escena, pero su recorrido hasta el estadio de Jamor o la ciudad de Leiria demostró su capacidad para plantear partidos. El entrenador santotomense exhibió su capacidad para igualar fuerzas ante rivales superiores sobre el papel a través del análisis. Fiel a un estilo, estudiaba al adversario y lo desmenzuaba. El Rio Ave siempre fue un equipo consciente de sus límites y convencido de la potencia de sus puntos fuertes.

Rodrigo como verdugo

En la Taça da Liga, superó una liguilla (donde sólo el primero accede a semifinales) liquidando a enemigos como Paços de Ferreira (revelación un año antes), el Sporting da Covilhâ de segunda división y el Vitória de Setúbal, con jugadores como Ricardo Horta, Venâncio o Pedro Tiba. Después, en el mano a mano con el Sporting de Braga, Nuno se exhibió ante el campeón de la edición 2013 y pasó el corte frente a Jesualdo Ferreira, el maestro con el que arrancó su carrera como técnico en Málaga y Panathinaikos.

Por primera vez en su historia, el conjunto rioavense se plantó en la última estación por la Copa de la Liga. En la cita de Leiria esperaba el Benfica. Rio Ave peleó y compitió con sus armas ante un gigante con futbolistas como Oblak, Maxi Pereira, Luisâo, Garay, Enzo Pérez o Gaitán. Por encima de todos, en el estadio Doctor Magalhâes Pessoa, lució la figura de Rodrigo Moreno. El valencianista rompió el marcador justo antes del descanso e hizo sufrir a su actual entrenador. El ´17´ blanquinegro fue elegido mejor jugador de esa primera final.

Dedicatoria especial

Nuno tomó los mandos de Rio Ave como apuesta de un club que quería quebrar una fase de inestabilidad y crecer sin renunciar a nada. El carácter ganador del entrenador, su metodología y la capacidad del cuerpo técnico tuvieron un efecto inmediato. Triunfar en Vila do Conde no era un reto sencillo e hizo historia. En su primera temporada, peleó hasta el final por meterse en Europa „terminó sexto en liga„ y en la segunda, clasificó para Europa al modesto club vilacondense a través de las copas. Los momentos más emocionantes llegaron en la Taça. Rio Ave alcanzó la finalísima de Jamor (Estadio Nacional) en un acontecimiento que no se producía desde 1984, cuando con otro portero como entrenador peleó la copa ante el Oporto (derrota 4-1), que inauguró el palmares de la era Pinto da Costa. Nuno consiguió igualar la proeza de José Manuel Mourinho Félix (padre de ´Mou´) en el banquillo vilacondense. Volvió a cruzarse con el Vitória de Setúbal, se impuso al Acedémica de Coimbra comandado por Sérgio Conceiçao y repitió semifinal ante el Braga, en una eliminatoria a ida y vuelta tremenda. Tras el 2-0 en el Estádio dos Arcos, Nuno no pudo reprimir la emoción y en sala de prensa dio rienda suelta a su pasión: colgado del teléfono móvil, el entrenador le hizo prometer a Jorge Mendes que estaría en la grada de Jamor y le dedicó la clasificación para la final a través de la televisión. «No puedo decir con quien he hablado, sólo digo que es un gran amigo, un hombre que significa mucho para mí», aseguró en un momento inolvidable.

´Movimiento de los Barbudos´

El carácter de los héroes vilacondenses que consiguieron llegar a la final de 1984 impregnó el vestuario de Rio Ave. Su imagen perdura en el imaginario colectivo del fútbol portugués por la barba que lucía prácticamente toda la plantilla. Su fútbol áspero tenía reflejo también en sus rostros. Camino de las finales, el equipo de Nuno también decidió reactivar su carácter iniciando un nuevo ´Movimiento Barbudo´ con el central Marcelo y el capitán Tarantini a la cabeza. No se veía algo así desde el último ascenso a primera en 2008. Jugadores y afición fueron uno, como sucede en el Valencia. Nuno fue determinante y salió manteado, pese a no culminar la machada. Cuatro días después de perder la Europa League en Turín, el Benfica „otra vez„ se levantó para confirmar su triplete (Liga, Taça y Taça da Liga). La fuerza competitiva de los primeros barbudos tomó forma en Jamor, pero no fue suficiente. Ahora, Nuno afronta un reto igual de apasionante con armas más poderosas; tiene al Valencia, tiene a Mestalla y un ´Espírito´ copero a prueba de bombas.