De Adil Rami a Nicolás Otamendi. Esa es una de las sustituciones que mejor dibuja el cambio del Valencia. Del central que no siente dolor (pese a tener un esguince de tobillo) a otro que produjo graves torceduras de lengua. Precisamente, fue Granada el escenario donde se descubrió la salida de tono más grave del central francés. Su "el vestuario está lleno de pelotas" le costó retornar de inmediato a Valencia y no volver a defender la camiseta blanquinegra nunca más.

Las declaraciones de Rami (realizadas en Radio Valencia) explotaron con el equipo recién llegado a Granada. Nada más aterrizar, el entonces grupo comandado por Miroslav Djukic se reunió (20:40 horas) se reunió en el hotel de concentración para transmitirles la falta de respeto de su compañero para con la plantilla. La situación llegaba viciada. Rami fue desconvocado, abandonó el hotel y durmió en otro a la espera de regresar solo a Valencia. El club apoyo a Djuka y Rami fue pasado.