Al Comité de Competición no le ha temblado la mano a la hora de sancionar al Valencia por el incidente tocante a Leo Messi en los últimos instantes del partido frente al Barça del pasado 30 de noviembre. El estamento sancionador de la Liga ha determinado para el Valencia una multa económica de 3.000 euros y un apercibimiento de cierre para el estadio de Mestalla por el monedazo que recibió el futbolista argentino en la cabeza mientras celebraba el gol ante los ultras. El Valencia se alineó al lado de la política persecutoria de todo elemento ultra o radical que está llevando a cabo la Liga al calor de lo ocurrido con el hincha fallecido del Deportivo de la Coruña en las últimas semanas y dejó claro y meridiano que se estaba trabajando para encontrar al culpable y expulsarlo del estadio. Sin embargo, no ha sido suficiente para evitar una sanción que, por encima de la multa económica, podría devenir incluso en el cierre del estadio en el caso que en los próximos partidos se produjese un acontecimiento similar en el que algún aficionado lanzara algún objeto al terreno de juego. Mestalla está ahora sobre la lupa.