Nada le distrae del objetivo: "Los delanteros vivimos del gol, pero por encima de los números de cualquier jugador está el equipo". Paco Alcácer no pudo reprimir su satisfacción tras el triunfo en Eibar. Su nombre queda en la historia como el primer valencianista en poner la pica en Ipurua. Su gol sirvió para sellar el triunfo y para sumar tres puntos determinantes en la hoja de ruta blanquinegra: "Nuestro objetivo es muy claro, la Liga de Campeones. Aunque el Sevilla tiene un partido menos, hemos cumplido en esta primera parte de la temporada". El delantero destaca el valor de la victoria en un escenario complicado, ante un rival que no hace concesiones. En un campo no abonado para las florituras, uno de los pocos destellos del encuentro germinó en el tanto de Paco. Balón largo de De Paul, asistencia embarullada de Pablo Piatti y la Champions. Alcácer no sabe hacer goles intrascendentes. Ha firmado 22 goles desde su regreso al Valencia. En una temporada y media, son excepción los partidos en los que su pólvora no ha servido decisivamente para lograr un empate, rascar un punto, mover una remontada o sellar la victoria.

Eibar no es un caso aislado. Desde que abrió fuego ante el Kuban en Krasnodar en la Europa League (donde rompió la resistencia rusa) en octubre de 2013, sus goles como valencianista han tenido un peso específico en el marcador. Sólo hay un par de excepciones: en la goleada ante el Betis en Mestalla (la temporada pasada) hizo el 2-0 y el 4-0. Y este mismo curso, ante el Espanyol ´únicamente´ mojó para firmar el 3-0. Alcácer ha hecho 22 goles en dieciocho partidos dejando actuaciones memorables. El tanto del triunfo en el Camp Nou y el hat-trick de la remontada ante el Basilea son sus dos grandes hitos. El delantero ha abierto el marcador para el Valencia en 15 ocasiones (Kubán, Sankt Gallen, Kubán, Nàstic, Espanyol, Granada, Athletic, Ludogorets, Basilea, Málaga, Getafe, Córdoba, Rayo Vallecano „en los dos partidos de la última eliminatoria de Copa„y Eibar). Una pasada. No tiene goles de relleno. Además, las remontadas ante Barça, Basilea, Granada y Rayo han llevado su sello. Pero hay algo más: cuando Alcácer marca, el Valencia no pierde. El balance es de 14 victorias y cuatro empates. Cinco goles a domicilio y 17 celebrados en casa, así los reparte.

Depredador hambriento

El killer de Torrent quiere más. En Eibar despidió el año con un registro potente. Han sido dieciocho meses de arrebato: rompió el cascarón en la Europa League, conquistó la titularidad con Pizzi, se ha convertido en internacional absoluto y Mestalla lo adora como ídolo. Solo en 2014, ha levantado los brazos dirigiendo la mirada al cielo 21 veces, 18 con el Valencia y tres con la selección española. Pura emoción. El listón está alto y Paco lo sube: "Está claro que en lo personal puedo estar muy satisfecho, pero en 2015 espero mejorar esa marca de los 21 goles".

Ante Rayo y Eibar ha quedado claro que Negredo y Alcácer mezclan de maravilla. El ´Tiburón´ fija y combate. Paco ataca las posiciones de remate en busca de su presa. Su combinación tiene chispa. En Ipurua una de las acciones más brillantes del encuentro salió de una pared entre ambos en la frontal (con pirueta de Negredo), que el torrentí culminó con un remate duro, aunque desviado. "Creo que el debate de los delanteros es más un debate de la prensa. El entrenador sabe lo que tiene que hacer en cada partido y ante el Eibar cambiamos el sistema y nos fue muy bien. Nuno es un gran entrenador; busca lo mejor para el equipo en cada momento", acentúa Paco.

Mezcla con el 'Tiburón'

El resultado ante el Eibar y el rendimiento objetivo (según los puntos estadísticos del MediaCoach de la LFP) de los dos delanteros insiste en el discurso de Alcácer, en la necesidad de jugar con los dos. La defensa fue fundamental para sujetar el equipo en Ipurua. Sin embargo, el balance entre remates, asistencias, trabajo defensivo, construcción y físico, destaca a Alcácer y Negredo por encima del resto. Trabajo sucio, pelea sobre el barro y la recompensa del gol.