Desde que aterrizó en verano, la figura de Álvaro Negredo no ha hecho más que crecer dentro del vestuario del Valencia. Al delantero vallecano, el futbolista con el currículum más brillante de la plantilla, no le han hecho falta más que diez partidos en cuatro meses de competición para consolidarse como la pieza referencial de un equipo que combina ilusión y materia prima en la medida suficiente para afrontar los grandes retos sin ningún complejo de inferioridad. Ese es precisamente su hábitat natural. Por trayectoria y por galones, el suyo es un testimonio nítido y autorizado a la hora de hacer balances y reflexiones acerca del nuevo Valencia. «Somos un gran grupo y entre todos vamos a devolver al Valencia a la Champions League», afirma el ´7´ con absoluta convicción. Negredo sabe de lo que habla.

Según reconoce en declaraciones al sitio web oficial de la Liga, cuando le llegó la oportunidad este pasado verano el proyecto del Valencia le pareció un «reto sensacional» y apostó decididamente por Mestalla. «No es un volver a empezar, pero sí luchar por devolver al Valencia al lugar donde debe estar. Es un equipo grande y tiene que jugar en Europa sí o sí», explica Negredo. Y es que la Champions, lejos de ser un objetivo negociable es clave para dar continuidad a un proyecto que en las últimas semanas, tras un año plagado de idas y venidas, ha cristalizado con la compra en favor de Peter Lim. «Antes se hablaba de otras cosas, su llegada nos da más tranquilidad tanto a los jugadores como a la afición». No obstante, el magnate protagonizó una acción clave a la hora de cerrar su fichaje.

«Fue en el último suspiro. Recuerdo que estaban mis representantes allí y creo que el fax entró a los 3 o 4 segundos antes de que se cerrase el plazo. En esos momentos tienes muchos nervios porque no sabes si entrará o no...», detalla un Negredo que pocos días después se encontraba con 15.000 aficionados ilusionados en su presentación en Mestalla. «Eso te da confianza, no hay que olvidar que llegaba lesionado, que no iba a poder jugar en mucho tiempo y recibir ese respaldo fue increíble. Me queda demostrar todo en el campo para devolverle el cariño a toda esa gente» Y es que Negredo fue la gran apuesta del mercado de fichajes... Aun sabiéndose lesionado de gravedad.

«Me puse a trabajar para intentar recuperarme cuanto antes», rememora el delantero, que no había sufrido una lesión de gravedad en toda su carrera y que ha pasado semanas trabajando en doble sesión para estar a tope cuanto antes, siempre con el tratamiento y la plena atención del Valencia y su gente: «Aquí todos se han volcado conmigo desde que llegué y eso me ha hecho que la recuperación fuera más fácil, eso es importante tanto anímica como profesionalmente». El percance lo tuvo cerca de 90 días de baja y lo dejó sin hacer pretemporada, pero ya ha cogido el ritmo de competición y ante el Granada se estrenó como goleador tras cerca de un año de sequía anotadora.

Clave, más allá del césped

«Más que ansiedad era necesidad. Sentía la necesidad de volver a un campo y hacer goles, como delantero que soy», reconoce el valencianista, que ya es uno de los líderes del equipo, tanto dentro como fuera del terreno de juego. «El vestuario es muy joven y está lleno de ilusión. La gente está muy metida en lo que tiene que hacer, porque, pese a esa juventud, hay un grado de madurez. Yo no soy de dar consejos, pero intento animarles y estar con ellos. Tengo más edad que la mayoría de futbolistas y sé como va esto. Ellos, pese a su juventud, también tienen madurez y es algo que les va a venir muy bien de cara al futuro», detalla Negredo, cuyo valor trasciende su aportación sobre el césped y que ya descuenta los días para recibir al Madrid. El ´7´, como él mismo dice, sabe «cómo va esto». Su próximo reto es «volver a la selección española». Palabra de líder.

Álvaro Negredo, pese a su lucida trayectora, es un tipo con los pies en el suelo: «Saber de dónde vengo y lo que hemos tenido que trabajar tanto yo como mi familia para estar donde estoy es fundamental. Saber eso es importante para apreciar lo que uno tiene». No obstante, no se desmarca del calificativo que le dedicó Nuno Espírito Santo días antes de que se cerrase su fichaje: «Lo de la bomba no me desagrada pero es un mote anecdótico, yo aquí he venido a sumar y a ser uno más».

Respecto al equipo, el delantero considera que «por cómo quiere jugar el equipo y lo que quiere hacer», la imagen del nuevo Valencia se ajusta a la que el equipo ofreció en el partido frente al Atlético en Mestalla. Una comparecencia vigorosa, un torrente de energía que sepultó las ambiciones del conjunto del Cholo por la vía rápida. A su lado, el ´7´ tiene dos compañeros de primer odren: Alcácer, que «siempre está en el sitio oportuno», y Rodrigo, del que valora su zurda «increíble». Pura dinamita en ataque.