Antes de que Hortensia falleciese a los 98 años de edad, su hijo Gustavo le prometió que viajaría en su honor al sudeste asiático. Llegado el momento, él estaba muy afectado por la pérdida y sus hijos le animaron a que diera el paso y se marchase unas semanas al otro lado del planeta. Gustavo no lo dudó un solo instante, a su madre le hubiera gustado muchísimo hacer ese viaje. "Ahora viaja conmigo, he unido sus deseos a los míos", reconocía hace unos días a Superdeporte... A principio de febrero se embarcó en una aventura que tuvo su primera parada en Bangkok, capital de Tailandia. En la capital y en la vecina Pattaya invirtió unos días para descansar y coger fuerzas junto a un amigo suyo. Después, visitó el templo de Angkor Vat, enclavado en la ciudad camboyana de Siem Reap, un paraje que tantas y tantas veces evocaron las lecturas de su madre. El intrépido seguidor valencianista, después de unos días, prendió ayer la mecha de su verdadera aventura, que le va a llevar por todos los rincones de Asia con el objetivo de llegar a Singapur para estrecharle la mano a Peter Lim y agradecerle la compra del club. Todo un reto que ya está en marcha: la aventura de Gustavo Hoyos.

Ayer se presentó bien temprano en un muelle para poner rumbo hacia Pnhom Penh, la capital de Camboya. Prácticamente sin dormir y sin comer, el seguidor valencianista comenzó el descenso del río Mekong „uno de los más largos del mundo„ en una barcaza en la que permaneció alrededor de siete horas tumbado y de pie en la cubierta, cuerpo a cuerpo con el resto de pasajeros. Una experiencia de gran desgaste para cualquier persona de a pie. Uno acabaría exhausto del contacto con el viento y el constante movimiento de la lancha... Pero él es marino. Trabaja como patrón de barco en Marbella y en el año 2009 cruzó el Atlántico, toda una odisea. Gustavo está preparado para afrontar casi cualquier desafío. "Aquí es donde empieza la ´Petergrinación´", decía ayer mientras grababa un vídeo con su teléfono móvil. El billete de avión para su regreso a Valencia lo tiene fechado para el día 12 de marzo y según sus previsiones, entre el día 8 y el 9 estará en Singapur para llevar a cabo su gran cometido en esta misión a lo largo del sudeste asiático.

Su intención es claramente nítida: poder compartir unos instantes con el nuevo propietario del Valencia, Peter Lim. Sin embargo, es consciente de que no será fácil. En los últimos días su familia está compartiendo sus vídeos en las redes sociales para que sus aventuras adquieran un respaldo mediático y a nivel de aficionados para conseguir que el magnate singapurense acceda a charlar con él y le pueda estrecharle la mano. Ahora está en el Golfo de Tailandia, le separan unos 1.400 kilómetros de la casa de Peter Lim. Tiene previsto hacer alguna parada en lugares como Samui y Phuket, así como Kuala Lumpur. Gustavo está cada vez más cerca y ya descuenta los días para estar con el propietario del Valencia CF. Ahora le toca seguir disfrutando de la ´Petergrinación´ a Singapur.